La cadena Lidl elaboró fichas secretas con las enfermedades de sus empleados

Efe

ECONOMÍA

06 abr 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La cadena alemana de supermercados Lidl, con filiales en toda Europa, se encuentra de nuevo en el ojo del huracán por el uso indebido de los datos personales de sus empleados. Tras el escándalo de espionaje a su plantilla destapado hace un año, ahora se ha desvelado que apuntaba todas las enfermedades de sus trabajadores en fichas internas, algo que prohíbe la legislación alemana.

Este nuevo caso ha sido desvelado por el semanario Der Spiegel , que recoge varios ejemplos de lo que escribían los responsables de la firma en esas páginas. Los documentos, hallados por causalidad en un cubo de basura en la ciudad de Bochum (oeste del país), hablan, por ejemplo, del caso de una empleada que se dio de baja porque que quería «quedarse embarazada y no ha funcionado la inseminación artificial».

La ley alemana establece que los datos sobre la enfermedad de los trabajadores deben quedar en manos del seguro médico, pero no del empleador. «El patrón no tiene por qué conocer el motivo de una enfermedad», subraya el presidente de la Oficina Federal de Protección de Datos, Peter Schaar, en declaraciones a Der Spiegel .

La propia Lidl ha reconocido en un comunicado que confeccionó esas fichas, pero asegura que lo hizo únicamente para poder recolocar a sus empleados en puestos más acordes con su estado de salud. El presidente de Lidl-Alemania, Frank-Michael Mros, aseguró, por su parte, que la cadena dejó de emplear esta práctica a finales del 2008, tras constatar que no se ajustaba a los reglamentos de la protección de datos.

Hace ahora un año, la compañía se vio obligada a confesar que había contratado los servicios de detectives privados para espiar el comportamiento de sus empleados. En muchas dependencias de la cadena de supermercados se habían instalado cámaras con las que no solo se registraban los robos, sino también todos los movimientos de los empleados.

En los protocolos internos confeccionados con los datos extraídos de las cámaras figuraban, entre otros, la frecuencia con la que los trabajadores visitaban el baño o las relaciones amorosas entre empleados.