«El pan gallego es el mejor, pero también el más barato»

S. P.

ECONOMÍA

10 ago 2007 . Actualizado a las 20:17 h.

redacción | Los panaderos gallegos miran con preocupación al futuro de un sector, que además de disminuir su poder adquisitivo, amenaza con el cierre de sus negocios. Panadero de profesión y presidente de la Federación Gallega de Panaderos, Francisco Lorenzo Lemos sabe que la solución pasa por un inevitable aumento de los precios hasta final de año.

-Suben los precios en los carburantes, la electricidad... ¿no se esperaba un aumento de las materias primas?

-Desde que comenzó el año hemos tenido subidas consecutivas, pero en ningún caso pensábamos llegar a esta situación. Confiábamos en que los precios se estancarían, pero están tomando una escalada muy perjudicial para Galicia.

-¿La única solución pasa entonces por un aumento generalizado del precio del pan?

-Cada uno es libre de vender al precio que quiera, pero sí es verdad que es necesario subir el pan. Hace 30 años, los precios los marcaba el Gobierno, pero en un mercado libre como el actual, eso ya no ocurre. El caso es que si la Xunta cree que el pan sigue siendo un bien de primera necesidad, a pesar de que el consumo se ha reducido, que tome cartas en el asunto.

-¿De qué aumento se podría estar hablando?

-Subir el precio de las panaderías no es tarea fácil, y ya lo hemos visto con las subidas del resto de productos. Antes, el pan costaba lo mismo que un café o un periódico, pero éstos subieron hasta un 25% y el pan no. Es la crítica que siempre se hace al sector: necesitamos un subida, como mínimo, del 25% para no tener que cerrar nuestros negocios. Hay que tener en cuenta también que el 70% del precio final del pan se nos va en costes de producción.

-¿Qué problema tiene el sector en Galicia para hablar del cierre de panaderías con esa seguridad?

-Da una sensación errónea: parece que va bien, pero no es así. El pan gallego es el mejor, pero también el más barato de España, pese que a que tenemos que hacer frente a los mismos costes que el resto.

-¿En qué términos se plantea el futuro de la industria panificadora en la comunidad?

-Nos enfrentamos a un momento difícil con las importaciones de pan congelado que llegan a las grandes cadenas multinacionales. Con cinco trabajadores resuelven toda la producción en Galicia. Los costes son menores, el producto es más barato y diferente, pero la gente lo sigue comprando. Esto genera mayor competitividad en el sector, lo que provoca es que al final el pequeño acabe muriéndose.