El 80% de la madera aserrada en Galicia se transforma en el exterior

Mario Beramendi Álvarez
Mario Beramendi SANTIAGO

ECONOMÍA

Empresas gallegas abren nuevas líneas de producción para crear más valor en la comunidad La falta de una papelera hace que sólo el 2% de la pasta de Ence la demanden firmas galaicas

15 abr 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

Galicia es una potencia forestal, pero podría serlo mucho más. Sólo el 19,7% de la producción de madera aserrada en la comunidad y el 22,2% de la de tablero y de chapa sufre segundas transformaciones industriales en el territorio galaico. Estos datos, que se incluyen en el último informe de la patronal gallega del sector -Monte Industria-, dan cuenta del porcentaje de producción de un recurso propio que aprovechan otras autonomías para generar beneficio. Pero, tras las cifras del estudio se esconde una realidad de la que se extraen lecturas más esperanzadoras. Hace sólo tres años, el porcentaje de madera aserrada y de tablero que se marchaba fuera para una segunda transformación era diez puntos más alto. Es decir, que las empresas gallegas del primer eslabón de la cadena empiezan a invertir esta tendencia, tal y como advierte Juan Picos, gerente de Monte Industria. En el sector del aserrado, por ejemplo, destaca la evolución sufrida por muchas firmas, que han apostado por la fabricación de tarima maciza. Es el caso de empresas como Dans, Rodríguez y Cía, Maderas Luis Lamas, Maderas Villapol o Maderas Quintela. Otras sociedades se han decantado por hacer postes, vallas y elementos de jardinería, como Hermanos Castro. Firmas como Ornanda, Costiña, Groba Lamas o José Piñeiro han empezado a producir cajas, embalajes y palets. Y otras, como Molduras Ourense, Brauron o Maderas Montero han desarrollado la fabricación de molduras o pasamanos para carpintería. La mayor revolución para generar más valor añadido en Galicia la lidera ahora Finsa. La compañía santiaguesa ya no hace sólo tableros, sino que los saca al mercado con una segunda transformación. Esta industria ha empezado a fabricar componentes del mueble y armazones para módulos de cocina. En cierto modo, la puesta en marcha de esta estrategia fue posible gracias a la compra que hizo Finsa en Mondoñedo, donde adquirió la empresa Aglomerados Ecar. Y es precisamente en el municipio lucense donde hace ahora estas piezas. La fabricación de tarima flotante a partir de tablero de fibra ha permitido que plantas como la de Fibranor (Rábade) o Intasa (San Sadurniño) realicen ya una transformación completa desde la materia prima procedente del monte hasta el producto listo para el consumidor. Actualmente, en Galicia se fabrica una de las pastas de papel de mayor calidad tecnológica y medioambiental: la de Ence, en Pontevedra. Pero, tras el fracaso de iniciativas como la de Tisú de Lourizán, menos de un 2% de la producción de la factoría sufre segundas transformaciones antes de salir de Galicia. El futuro de la industria pastera tampoco es muy halagüeño ya que en poco más de 10 años vence la concesión de Ence en la ría de Pontevedra.