Iberdrola asegura que la futura instalación, que generará energía mediante bombeo, no afectará a viviendas ni espacios protegidos
30 mar 2007 . Actualizado a las 07:00 h.En Galicia ya hay construidos bombeos entre dos embalses, como, por ejemplo, el existente entre el de O Bao y el de Portas, pero ninguno como el que proyecta ahora Iberdrola, entre el pantano de San Estevo y una balsa de almacenaje para alimentar la central de Santa Cristina. Con ella, la empresa eléctrica exportará a la comunidad gallega este sistema, que ya funciona en La Muela, en la cuenca del Júcar. Miguel Ángel López, responsable de Iberdrola para la zona del Sil, asegura que la instalación levantina garantiza el suministro eléctrico en toda esa zona de la Comunidad Valenciana. La balsa instalada allí es, sin embargo, cuatro veces mayor a la que se pretende construir en el municipio ourensano de Parada de Sil, que ocupará 27 hectáreas (algo más de la mitad de la isla de Cortegada) y tendrá capacidad para 5 hectómetros. Esta capacidad de la balsa es muy inferior a la de los embalses. «Es como una piscina», dice López. El pantano de San Estevo -desde el que se bombeará de forma subterránea el agua necesaria para la nueva central- puede contener 230 hectómetros. Esta balsa se llenará de agua en momentos de bajo consumo eléctrico y entrará en funcionamiento cuando exista mucha demanda. El estanque tendrá un salto de 600 metros para la producción de 750 megavatios. La balsa estará ubicada en una planicie en el Concello de Parada de Sil donde no existen viviendas ni espacios naturales que se pudieran ver afectados. «No supone ningún tipo de variación, así no habrá ningún impacto visual», dice Miguel Ángel López. El responsable de Iberdrola asegura que la preocupación por la conservación del medio ambiente ha sido determinante en la elección de esta técnica.