El Gobierno central infrautiliza un parque industrial prometido en 1989

Mario Beramendi Álvarez
Mario Beramendi SANTIAGO

ECONOMÍA

XOSÉ CASTRO

El polígono de Teixeiro, en un área estratégica al lado de la A-6, sólo tiene una firma instalada Madrid asegura que queda por urbanizar la segunda fase y que ya se han vendido el 60% de las parcelas

08 feb 2007 . Actualizado a las 06:00 h.

El polígono industrial de Teixeiro, prometido por el Gobierno central en 1989 para compensar la traumática reconversión de Sidegasa, sigue sin acabarse pese a ser una bolsa de suelo empresarial para la comunidad gallega. Con una superficie de 1,7 millones de metros cuadrados, el parque se encuentra a pocos kilómetros de la autovía A-6 (entre A Coruña y Lugo) y constituye una infraestructura clave para la cohesión de la franja atlántica y la Galicia interior. El polígono, con capacidad para acoger más de cien industrias, lo gestiona la Sepes, la Entidad Pública Empresarial de Suelo, dependiente del Ministerio de Vivienda. Además, y pese a que su diseño está previsto en un convenio firmado con el Ayuntamiento de Curtis hace 18 años, en el parque sólo hay una empresa instalada (Bioetanol Galicia). La ministra de Vivienda, acompañada por Touriño, inauguró en octubre del 2005 la urbanización de la primera fase (1,2 millones de metros cuadrados, el 80% de la superficie del proyecto) y desde entonces no ha llegado al polígono ni una sola compañía. Fuentes consultadas en la Sepes han revelado que ya se han vendido un 60% de las parcelas y que en los próximos meses empezarán a instalarse nuevas firmas en el parque empresarial. La urbanización del segundo tramo del polígono (equivalente al 20% del terreno) aún no ha comenzado y el Gobierno central ha adquirido el compromiso de emprender las obras una vez que se haya comercializado el suelo de la primera fase. En círculos empresariales gallegos se preguntan cómo es posible que un polígono tan bien ubicado continúe sin ser ocupado, y consideran grave que no se haya desarrollado este parque con más celeridad, dados los problemas de competitividad y suelo industrial que padece Galicia. Causas del retraso En el retraso de este parque confluyen varios factores. Primero, que pese a ser fruto de una promesa realizada en 1989, en los década siguiente no se tomó ninguna decisión al respecto desde el Gobierno central. Segundo, que el inicio de las obras de la primera fase se aplazó porque hubo que resolver algunos problemas técnicos como el sellado e impermeabilización de terrenos contaminantes. A estas causas se ha sumado una tercera de mayor calado: el enfrentamiento que mantienen la Sepes y el Concello de Curtis por la promoción del polígono. El municipio, en manos del PP, entiende que del acuerdo firmado en 1989 se desprende que el Ayuntamiento puede participar en la comercialización de las parcelas, algo a lo que se ha opuesto el departamento que lidera la socialista extremeña María Antonia Trujillo. La Sepes argumenta que ya tiene su propia sociedad comercializadora, Sigalsa, pero en el PP de Galicia creen que esta decisión obedece a razones de «revancha política», tal y como denuncia el alcalde de Curtis, Javier Caínzos. «Se nós houberamos colaborado na comercialización das parcelas, tal e como poñía o convenio, o parque xa estaría ocupado, dada a demanda que temos, pero la Sepes nin sequera se preocupou de promocionar o parque», se lamenta el regidor. La situación del polígono empresarial de Teixeiro llegó al Parlamento gallego el pasado mes de julio. El PP de Galicia presentó una proposición no de ley en la que se denunciaba la «pasividad» de la Sepes y en la que se le exigía a la Xunta que mediase para que la entidad públicao finalizase la ejecución de este parque empresarial. Según la denuncia del PP, hay casi una treintena de empresas con las parcelas ya adjudicadas, que no pueden escriturar los terrenos ni iniciar la actividad por la desidia del Gobierno central.