Gumersindo Louzao (Ferreirós 1932-Cruces 2016)                         Cruces despide a su primer municipal, que solo puso una multa

P. V. LALÍN / LA VOZ

VILA DE CRUCES

Entró en el Concello en 1958, tuvo una decena de alcaldes como jefes y se jubiló 38 años después, en el año 1996

20 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Pocas personas dejan tanta huella social como Gumersindo Louzao Mato, quien fue policía municipal en Vila de Cruces durante 38 años. Louzao, como le llamaba todo el mundo, falleció anteayer en Cruces y permanece en el tanatorio de la localidad hasta que sus restos sean trasladados hoy a la iglesia parroquial de Nosa Señora da Piedade a las seis menos cuarto y su posterior inhumación en el cementerio nuevo.

Familiares, amigos y vecinos despiden hoy a una persona que marcó la vida social de Cruces durante 38 años en los que ejerció como el primer policía municipal de Cruces, entrando en el Concello en 1958 y siendo siempre el único policía local hasta su jubilación en mayo de 1996. Nacido en Ferreirós, casado con una vecina de Merza y radicado en Cruces cubrió múltiples papeles en su vida como agente municipal y su imagen permanece nítida para las generaciones del último medio siglo, con su bicicleta, con su motocicleta y con el Seat 600 que utilizó muchos años.

El mismo declaró en ocasiones que en sus cerca de cuarenta años de servicio únicamente puso una multa de tráfico a un vecino e incluso aseguró haberse arrepentido. Su labor municipal supuso múltiples tareas supliendo ausencias en momentos de necesidad, llegando ser alguacil o veterinario.

En su trayectoria trabajó bajo las órdenes de una decena de alcaldes desde los primeros Amable Durán e Inocente Viz, hasta el actual Jesús Otero en su ultima etapa de municipal. Precisamente este regidor loaba ayer la figura de Louzao a quien el Concello despedirá con un centro floral.

Cruces despide hoy a su viejo policía pero Gumersindo ya tuvo en vida varios reconocimientos con motivo de su jubilación siendo los más sonados el que le rindió la corporación en el Balneario Baños de Brea y, sobre todo, el que le ofrecieron sus colegas policías municipales de la zona en A Goleta, en marzo de 1997.