Doscientos kilos de chorizo regados de vino y filloas que duraron un suspiro en Cruces

El sol animó la Feira do Chourizo de Vila de Cruces en una jornada en la que la que vecinos y visitantes dieron cuenta de doscientos kilos de chorizos, cincuenta kilogramos de pan, cien litros de vino e infinidad de filloas. Manjares que duraron un suspiro. Y eso que, como apuntaba ayer el edil Andrés Lareu, cada año el Concello incrementa la cantidad, pero nunca sobra nada.

Cree que «o final todo o que quiso non se foi sin probar unha filloa». La de ayer era la edición número catorce. El buen tiempo favoreció la afluencia de gente, sobre todo de mayores. Muchos aprovechaban la feria para hacer gestiones y cobrar la pensión.

Los que tampoco quisieron perderse la feria fueron los alumnos de infantil del colegio de Vila de Cruces que aprovecharon la jornada para dar una vuelta por el mercado.

Ayer hubo más público del habitual en la feria y también una mayor cantidad de puestos de venta de productos.

Lareu destaca que «houbo bastante movemento durante toda a mañá». Eso sí, los productos de la degustación se acaban con rapidez y chorizos y filloas vuelan, a la vez que v an cosechando elogios.

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