Los concellos de Cruces y Silleda desconocían el derribo de presas

P. v.

VILA DE CRUCES

El alcalde cruceño, Jesús Otero, se presta a los vecinos y afectados a realizar consultas e intermediar ante Medio Ambiente sobre la actuación en el Deza

01 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Los municipios bañados por el río Deza e incluidos en el proyecto Lif+Margall Ulla que promueve la consellería de Medio Ambiente con el objetivo de recuperar las poblaciones de mejillón y topillo de río desconocía n oficialmente las actuaciones que acaban de contestar varios afectados directos y ribereños.

Los concellos de Vila de Cruces y Silleda, consultados ayer, consideraron que hasta donde pudieron contrastar no tenían conocimiento de comunicación oficial de que fuesen a derribarse las presas do Coto y de Martínez sobre el Deza, a la altura de las parroquias silledense de Cira y la cruceña de Gres. Estas presas históricas eran para a dar servicio de agua a viejos molinos.

El derribo de las dos presas hace algo más de medio mes encontró fuerte contestación en afectados ribereños que activaron a la asociación de vecinos de Gres que está recabando información al considerar que la actuación, además de no parecerle correcta deja muchas dudas incluso si sobre si una de las presa derribadas (Coto) podía haberse actuado.

Sobretodo, destacaban la situación de indefensión de los afectados por no tener opción de presentar alegaciones a la actuación. Aseguran no tener información ni de la Xunta ni de los concellos. Estos no podían informar ni hacer bandos en la media en que carecían de esa información, según informaron.

El alcalde de Vila de Cruces, Jesús Otero, si quiso trasladar a los afectados su voluntad de atender cualquier consulta que quieran e incluso ofrecerse como mediador ante la propia consellería para el caso de buscar explicaciones o adoptar alguna media, del mismo modo que hace ante cualquier desencuentro de vecinos con la Administración.

Entretanto en la asociación de vecinos de Gres se reciben adhesiones y llamadas de apoyo. En el colectivo, tal como ya había avanzado su presiente, Alfredo Rodríguez, siguen recabando información sobre el estado de los derechos y las concesiones de las presas y de los molinos. Independientemente de que estén o no caducados, reiteran el derecho a poder alegar a actuaciones de la Administración.

Colocan mallas en las estructuras que quedaron tras el derribo para que no se desmoronen

El derribo de las presas de Coto y de Martínez, hace quince días, no afecta a la totalidad de sus estructuras. Quedaron unos pequeños tramos en el río Deza en el lado lindante con el municipio de Silleda. Esos muros, en el caso del de Coto, deteriorado, y en el de Martínez, con una estructura muy sólida, no en vano mide cuatro metros de ancho y había sido diseñado para soportar el paso de carros, siendo vía de comunicación entre riberas

A final de la semana pasada, seguramente el viernes, la empresa concesionaria de las obras procedió a fijar mallas especiales de protección sobre los extremos de ambas estructuras, en el punto de corte del derribo. Semejan a las que se ponen en la autopistas para contener desprendimientos en las paredes de los viales.

«Un sinsentido»

Los afectados se reiteraron ayer tras esta actuación en considerar todo un «sinsentido» en la intervención porque por un lado retiran la mayor parte de la presa y por otra fijan el extremo de los restos para evitar que se desprendan las piedras. Además están convencidos de que, tal como está, lo que queda «

vaino levar o río

».