Objetivo: Una IXP para 25 kilómetros que rodean Cruces produciendo galo

P. V. LALÍN / LA VOZ

VILA DE CRUCES

Ejemplares en una granja cruceña de gallos de la raza Galiña de Mos sobre la que se pedirá la IXP.
Ejemplares en una granja cruceña de gallos de la raza Galiña de Mos sobre la que se pedirá la IXP. M. m. < / span>

Productores y Concello se afanan en lograr identificación y un sello propio

30 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El punto de partida es que se llame IXP Galo de Cural de Vila de Cruces, que cubra un área geográfica de 25 kilómetros en el entorno de este municipio, que cumpla con los requisitos de la raza Galiña de Mos y que dé una dimensión profesional y referenciada a los productores que acoja.

Están diversos pasos dados pero lograr el sello europeo de la Identificación Xeográfica Protexida para este producto tiene aún largo camino a andar. Si no se demoran en los trámites puede costar dos años llegar. Están en ello el Concello, los productores y Avimós. También la Xunta, que anima a la tramitación. Todos saben de la importancias de conseguir un sello protector, una marca diferenciadora, un espacio blindado a otras competencias, un distintivo que respalde esta producción artesanal atomizada.

Fase de tramitación

La iniciativa está en fase de recolección de materiales, informes, bibliografía y de que los productores acaben de cerrar la organización para la solicitud formal. Hay dos colectivos la histórica Asociación de Criadores y la cooperativa Crugalo, que se ocupa este año de la degustación y de la presencia de producción en la feria, y muchos productores más.

La solicitud debe encabezarla el colectivo productor. Con estatutos y documentación el proceso pasa por la Xunta y luego por Bruselas. Alcalde, gobierno local y productores quieren conseguir esa arma para que la calidad que saben que atesora este producto tenga esa protección y quien se acerque al producto, tenga todas las garantías. Porque cada productor del área que rodea Cruces deberá cumplir todos los requisitos de la raza y de la identificación para poder estar dentro.

La producción en cuanto a «artesanal» está reglada ya en la Xunta y tiene tope de 200 gallos, 50 reproductores y 50 ponedoras por explotación. Hay en la zona unos 60 productores, la mitad en el municipio. La producción ya genera otros nichos de negocio como el de proveedores de productos del sector y tiene un referente en la Asocición de Criadores en la firma Dishector.

Retos del sector

Tienen varios retos, además del de conseguir la IXP. Uno fundamental es el de lograr una sala de sacrificio. Desde el Concello se sigue defendiendo que será en el Centro do Galo: «

Leve algo máis ou menos de tempo será alí, e de feito é a referencia que se lle pon na solicitude que se prepara para conseguir a IXP

», dice el alcalde Jesús Otero. La falta de esta infraestructura lleva al sector a un cuello de botella que lo estrangula.

Sala de marcaje en Cruces

Un frente más, abierto recientemente por los productores y dinamizado también desde el Concello, es el de lograr poder marcar los huevos para permitir su comercialización más allá de la venta directa. Sin ese sello oficial que conlleva controles rigurosos sanitarios no pueden vender en comercios la producción de huevo que no se destina a incubar. Está planeado situar una sala de marcaje en la capital cruceña. Esta incitativa que se está activando daría otra dimensión económica a los productores.

Conseguir una sala de sacrificio sigue siendo una prioridad para los productores

Un reto reciente pero trascendente es lograr legalizar una sala de marcaje de huevos

La feria oferta mañana ejemplares sacrificados a 15 o 11 euros el kilo, según sea de Mos o híbrido

La Feira do Galo tiene en su edición de Nadal su fortaleza en venta de producto sacrificado. Esta edición veraniega es más de comer en restaurante que llevar para casa el producto. No obstante, como reitera siempre el presidente de Crugalo, Evaristo Rodríguez, «non podemos ter Feira do Galo sen galos» y hay oferta. Que por otra parte siempre encuentra compradores.

La puesta en escena del producto supone una muestra de gallos vivos en unas cuarenta jaulas próximas a la carpa de la Praza do Concello. Es exposición pero los productores siempre acaban vendiendo ejemplares. Para esos gallos es negociación directa.

Preciso y kilos

La otra oferta es la de las aves sacrificadas. En ese capítulo hay dos propuestas. Una tradicional de galo normal, el híbrido, que se comercializa a 11 euros el kilo y que suelen tener un peso de 3,5 a 5 kilos.

El otro animal que se comercializa sacrificado en la Feira do Galo cruceña es el que se fundamenta en la pureza de la raza, el de Mos. En este caso, el precio es de 15 euros por kilo y esta raza deja unas canales de 3 a 3,8 kilos de peso.

Entre 35 y 45 euros ejemplar

Precisamente, la diferencia de peso hace que unos y otros acaben con valores totales semejantes aunque el híbrido sea más barato pero tiene mas peso. Así, se estima una media de precios por gallo sacrificado entre los 35 y 45 euros por cada ejemplar.