Hacer trabajos benéficos, como una rama de Cáritas, lo vengo haciendo hace muchos años, defendiendo a los usuarios de los centros de salud de Bandeira y Silleda. Supervisor como un gesto que hago desinteresadamente, algo que me parece humano siempre y cuando algún facultativo o enfermera se vaya de vacaciones, que esas bajas se cubran puntualmente como por ley le corresponde. Y, cuando algún usuario me comenta estos posibles fallos, rápidamente me pongo en contacto con gerencia para que eso se corrija de inmediato. En fin, lo que a mí me parece desequilibrado es que el Centro de Salud de Bandeira tiene dos médicos de familia, dos enfermeros y hace una semana me enteré que bajó el cupo bastante. Un facultativo tiene 750 y el otro 1.186, cuando en su día la recogida de firmas empezó con 2.428, y la diferencia haciendo recuento entre ambos centros es abismal.
En Silleda un facultativo tiene 1.546 y otro 1.400 y los otros algunos menos, cuando por ley no se está permitido supuestamente más de 1.500 como máximo. Y yo le recomiendo a los usuarios que, por cercanía, les queda mejor el centro de Bandeira, porque si sigue bajando el cupo correremos el riesgo de quedarnos con un solo médico y un enfermero. Que llegado el momento se puede incluso proceder al cierre y a Bandeira lo peor que le podía pasar era que procedieran al cierre. Porque gracias al matadero de Cochón y el centro de salud, Bandeira aún tiene algún movimiento. Quedaría a velas vir. Por eso los vecinos de la zona por cercanías le queda mejor Bandeira, lo deberían hacer en beneficio de estos usuarios que son dependientes que tuvieran que desplazarse a Silleda, les causaría muchos problemas. Llevamos varios meses sin cubrir las bajas y a partir del día 14 de enero en curso, estarán las dos plazas cubiertas. Y con la salud de los usuarios no se puede jugar a la pita cega e igualmente con los dependientes.