La oposición criticó el giro del PSOE en el proyecto de la futura residencia

Javier Benito
javier benito LALÍN / LA VOZ

SILLEDA

m. souto

El PP y el BNG incidieron en el recorte de plazas de centro de día para aumentar las de estancia permanente y los criterios asistenciales en las bases para la concesión

19 ene 2017 . Actualizado a las 16:39 h.

Los cambios introducidos por el gobierno de Silleda en la gestación del centro de día residencial no convencieron a la oposición, que ayer cuestionó el giro del PSOE. Ni el incremento de plazas de residencia por reducirse las de centro de día ni el pliego de cláusulas para licitar la concesión encontraron respaldo del PP y el BNG. Los socialistas sacaron adelante esas bases para la construcción y gestión de la residencia durante 75 años con el rechazo de populares y edil nacionalista. Incluso Matías R. da Torre desveló que el regidor había reconocido que la convocatoria podría quedar desierta pero serviría para «ver como está o mercado», dijo.

Manuel Cuíña se encargó de desglosar los principales aspectos del concurso a convocar para construir la residencia, con un coste estimado de 1,7 millones de euros, y asumir su gestión durante 75 años en régimen de concesión. La empresa adjudicataria debe respetar el proyecto constructivo y las opciones de ampliación, naciendo al menos con cuarenta plazas de residencia y quince de centro de día. El regidor resaltó que doce plazas como mínimo serán para silledenses, con un precio máximo cada una de 1.000 euros mensuales en habitación doble, 1.300 en individual y de 1.700 para asistidos. Respecto al centro de día, se dará prioridad también a los vecinos y con un precio no superior a 300 euros al mes, mientras la comida no costará más de 3,6 euros.

El pliego de cláusulas técnicas, jurídicas y económico-administrativas de esta concesión también recoge un canon, testimonial según Cuíña, de 1.000 euros al año a abonar al Concello por la adjudicataria. Tras otorgar el contrato, la empresa tendrá dos meses para conseguir la licencia de obra y uno para iniciar la construcción, con un tope de dieciocho meses para concluir el centro de día residencial.

Cambios sin explicación

Ignacio Maril, «viceportavoz do PP» como apuntaron entre sonrisas en alguna ocasión Da Torre y Cuíña, defendió la postura de esta formación en este tema. En una primera intervención más comedida manifestó la incomprensión de los populares por la modificación de la idea inicial del Concello en un tema sensible como los mayores, reducción su control en la gestión de la residencia. Tampoco entienden que se alteren las plazas iniciales previstas, con más residenciales que de centro de día cuando antes era al revés. Aludió también a que ocurrirá con otros silledenses cuando se cubran las doce plazas con tarifa máxima o que no se primasen los finales asistenciales sobre los constructivos en las bases, por ejemplo contemplando plazas de logopeda o psicólogo.

Matías R. da Torre también cargó contra la reducción de plazas de centro de día, mostrándose contrario y cargando también respecto a los criterios asistenciales. Aludió a que las tarifas, aún las máximas, resultan inalcanzables para las familias silledenses y argumentó el precio medio de una plaza residencial fijado por el Consorcio en 2.100 euros, cuando el salario medio en Silleda está en 900 y las pensiones aún menos. Lamentó que no se contemplase una empresa de economía social actuando el gobierno como una gestoría, criticando la ausencia de comisión previa para discutir cambios o evaluar otras opciones de gestión. Cargó contra los criterios economicistas para un servicio básico, la falta de opciones para controlar o rescatar la concesión o de supervisión técnica para garantizar la calidad asistencial.

En su réplica, Cuíña cargó con el PP porque la búsqueda de otra fórmula para gestar la residencia se debe a la falta de financiación desde la Xunta, que ofrece -aseguró- 500.000 euros pero que en realidad quedan en 220.000 por una cláusula que incluye en la partida la deuda reclamada al Concello por el convenio de la guardería, que este no reconoce al considerarlo cumplido. Y aludió al más de un millón de euros sí comprometidos por Política Social para ampliar el centro geriátrico de Cerdedo, con menos población y ahora fusionado con Cotobade. Aseguró que estarán cubiertas todas las necesidades de los vecinos al margen de esas plazas con tarifa fija y aludió a que el coste sería mayo para las arcas municipales si la construyese la Xunta. Esgrimió ante el BNG estudios que determinan más necesidad de plazas residencias que de centro de día, que incluso podría sobrar. «Nos votaron para gobernar e non para preguntar», afirmó en alusión a la petición de comisión.

Maril insistió después en que tampoco encontró respaldo de la Diputación, tras las críticas de Cuíña a la Xunta, preguntándose sin respuesta qué ocurrirá con el taller de empleo previsto para la residencia y qué pasará si se incumplen los plazos de construcción. Por su parte Da Torre lamentó que el regidor considerase ser gobierno como sinónimo de mandar y que en temas de tanto interés social se pudo buscar más consenso previo.

El presupuesto, pendiente de otras administraciones

Entre los numerosos ruegos y preguntas de la oposición, el BNG se interesó por el presupuesto municipal del 2017 al no haber ido al pleno de noviembre. Cuíña destacó que ya está articulado pero que a criterio de la alcaldía y de los técnicos se prefirió esperar a conocer los criterios y aportaciones previstas desde Xunta y Diputación, que influyen de forma sustancial en el de Silleda. También se pidió al gobierno local agilizar la inclusión en el transporte metropolitano de Santiago.

Evaluar ampliar horarios del registro municipal

Otra de las mociones, también del BNG, se retiró. Planteaba ampliar horarios de registro, con una hora más de lunes a viernes e incluir apertura por la tarde un día a la semana. Una medida para facilitar a los vecinos cuya labor profesional les impida acceder a este servicio y tras dejar de funcionar los sábados. El regidor apeló a consultar primero con el comité de empresa para evaluar la disponibilidad al ser necesario un cambio laboral. Tras esa consulta se analizará la medida.

Luz verde a mociones de la AP-53, Lomce o 25-N

En el debate de mociones hubo consenso en casi todas. El PSOE defendió una para activar medidas sobre la violencia de género y el 25-N, aprobada por unanimidad, como la petición del rescate y transferencia a la Xunta de la AP-53 para la posterior rebaja del peaje, garantizar el suministro eléctrico a personas con escasos recursos o el rechazo a la Lomce, ambas del BNG, aunque en la última se abstuvo el PP. Y en la suya para homenajear al empresario Perfecto Pereiro.

Hermanarse con Canéjan para buscar ayudas de UE

No sin cierto debate con ironía se acordó por unanimidad hermanar a Silleda con Canéjan (Francia). El alcalde aludió a que habrá con otros municipios europeos para optar a ayudas importantes de la UE, por ejemplo para intercambios culturales y asociativos. Da Torre consideró que debía haber otros criterios no mercantilistas para hermanarse y buscará «lugares planetarios» afines a Silleda. Cuíña pidió a la corporación sumarse a los actos de inicios de diciembre.

Urbaser gestionará durante cuatro años la recogida de los residuos sólidos urbanos

La firma Urbaser será la encargada de gestionar durante los próximos cuatro años el servicio de recogida de residuos sólidos urbanos. El acuerdo plenario de adjudicación del contrato se tomó con el voto favorable de los seis ediles socialistas mientras los cuatro del PP y el del BNG se abstenían. Cuíña había expuesto previamente datos de las tres ofertas presentadas y abría el turno de intervenciones. El portavoz popular José Luis Espiño lamentó que no hubiese algún día más de recogida en el rural. Da Torre apuntó que el nuevo contrato solo recoge unos cuantos contenedores más y la recogida de envases en el rural cada quince días.

El concejal nacionalista insistió en argumentos ya esgrimidos en otros plenos de porqué no se había estudiado la viabilidad de municipalizar el servicio o buscar un acuerdo con el Concello de Cruces para una gestión conjunta, además de la opción de hacerlo a través de la Mancomunidade Terras do Deza y ampliar el marco de actuación para reducir costes, con un servicio público. Aludió a que el contrato no recoge aspectos en torno al compostaje o recogida puerta a puerta.

Cuíña defendió en que no eran necesarios más días de recogida en el rural, evitándose así más costes que repercutirían en el recibo. Destacó la inclusión de la recogida de envases y defendió la opción de contratación por el Concello, que garantiza además mantener la tasa sin subir cuatro años a los vecinos y con mejoras importantes como más limpiezas de los contenedores, considerando inviable en la actualidad alguna iniciativa a través de la Mancomunidade, «secuestrada polo PP», al no convocarse sus órganos de gestión. Incidió en que Silleda ya está adherido al plan Revitaliza de la Diputación para compostaje, en lo que se está buscando emplazamientos para dos comunales.

Unanimidad al aprobar el proyecto constructivo

Donde sí hubo unanimidad fue al aprobar el proyecto constructivo de la residencia, explicado ayer por el arquitecto Martín Pereiras. Hubo quejas de PP y BNG por abordarse previamente su contenido, incidiendo Cuíña en que se pudo consultar en la comisión previa al pleno, además de preguntar algún aspecto técnico.