Aspectos inéditos de la iglesia de Donramiro

francisco rubia alejos LALÍN

LALÍN

Francisco Rubia

El templo parroquial atesora piezas de notable valor que esperan ser puestas a la luz, como los relojes solares

09 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En plena obra de restauración de la iglesia parroquial de Santa María de Donramiro, Lalín (Pontevedra) nos parece momento oportuno hacer algunas pequeñas aportaciones sobre la iglesia, contribuyendo de este modo -pluma en mano- en la valorización del templo. Trataremos en este artículo de aspectos inéditos, como dar a conocer los relojes solares que campan en sus muros. En próximas fechas saldrán a la luz otros trabajos, igualmente inéditos, y una selección de noticias históricas que fueron publicadas en diferentes años no correlativos en la revista de las fiestas patronales de Donramiro. Información de acceso limitado, por lo que decidimos darle mayor divulgación. Las fuentes documentales utilizadas en estos últimos artículos proceden en su mayoría, del único ejemplar del Libro de Fábrica parroquial que se conserva en el Archivo Histórico Diocesano de Lugo, correspondiente al año 1767.

Antes de adentrarnos en la descripción del reloj de sol de la iglesia debemos señalar que, en el momento de redactar estas líneas, su imagen resultaba poco perceptible, debido a la pátina del tiempo y las colonias de líquenes que afectan sensiblemente a la piedra, situación que dificultó notablemente su lectura.

El cuadrante o reloj de sol se halla situado en el lateral del grueso muro del frontispicio que hace la esquina suroeste de la iglesia, ocupando el centro de este espacio de sillería, a una altura de 2,62 metros, contando desde la base o lecho de asiento del lienzo.

Según reputados historiadores en la fachada se reúnen la mayor parte de los elementos de traza primitiva que se conservan de la iglesia románica. Esta parte esquinera fue descrita por Hipólito de Sá en su obra La arquitectura románica en la provincia de Pontevedra: «En los ángulos de la fachada quedan los recios pilares, en forma de banda lombarda, de la primitiva edificación».

Orientación y forma

La orientación del reloj solar corresponde al sur o mediodía. La circunstancia de estar grabado en el paramento de la propia piedra del edificio lo hace estadísticamente escaso (15 % en la provincia de Pontevedra y 7 % en Galicia, según Basanta). Dentro de la escasez de relojes de este tipo, la situación antedicha corresponde a una de las más frecuentes en iglesias rurales.

Su forma es circular (48 cm. de diámetro) y está formado por dos circunferencias concéntricas que dejan un espacio intermedio de 5 cm. de anchura, a modo de orla, destinado a la representación numérica de las horas. En este caso la presencia de numerales encuadra al reloj de sol -dentro de los de esta forma- en los correspondientes a la segunda época. El sistema adoptado es el actual, de cifras arábigas.

Traza semicircular

La superficie circular de su interior se halla dividida diametralmente por una línea horizontal que representa el mismo horizonte, coincidente con la línea de junta de los dos bloques de sillar sobre los que se halla grabado el reloj, en la octava hilada. El semicírculo inferior está dividido en sectores por líneas trazadas simétricamente que convergen en el centro de la circunferencia y representan las líneas horarias. La perpendicular marca las 12 horas del mediodía y corresponde al meridiano geográfico que pasa por el lugar. Su mitad izquierda indica las horas de la mañana. La mitad derecha marca las horas de la tarde. Por lo tanto, en la parte izquierda del reloj solar hay seis horas para la mañana, y en la mitad derecha seis horas para la tarde, contando hasta la línea horizontal. No se aprecia por parte alguna la existencia de fecha.

En el centro del círculo presenta un orificio denominado pie del estilo, destinado a introducir el estilo o gnomon, actualmente desaparecido. Esta varilla suele ser metálica, habitualmente de hierro, aunque en otros casos es de madera (palo gnomónico). A juzgar por el diámetro del orificio y el hecho de no existir mancha de herrumbre en la piedra por debajo (vulgarmente denominada orín de hierro), parece indicar que el estilo debió ser un palo perpendicular al plano o faz. La misión es producir su sombra sobre la superficie marcada con las líneas. Estos trazos señalan horas enteras. La sombra proyectada indicaba la hora solar del lugar, cuya exactitud resulta solamente relativa por marcar horas desiguales, debido a la perpendicularidad del estilo, y a que la duración de los días ente el orto y el ocaso del sol varía dependiendo de la estación del año.

El reloj solar pertenece a la clase vertical ortomeridiano (el plano es perpendicular al del meridiano), que solía emplazarse en las fachadas orientadas al mediodía de edificios religiosos. Por sus características reseñadas, y ajustándonos la clasificación de Pedro Novella, se encuadra en los relojes de sol semicirculares de doce sectores con numeración, que derivan de los clásicos cuadrantes llamados canónicos.

En la obra de José Luís Basanta Relojes de piedra en Galicia comenta del cuadrante canónico que es un tipo de reloj solar primitivo encuadrado dentro de los relojes verticales ortomeridianos, normalmente incisos en las piedras que forman la pared Sur del edificio. En la vida monástica medieval medían las horas canónicas diurnas para distribuir el rezo y las horas de misa, aunque sin gran precisión.

Según destacados especialistas en gnomónica (del Buey Pérez y Martín Artajo) estos relojes son resultado de la evolución de los primitivos relojes de sol llamados esferas de misa, que eran de forma circular y se situaban a escasa altura.

Basanta al referirse a los relojes de tipo «canónico» dice que son normalmente de gran antigüedad, y para su datación -en algunos casos de edificios románicos- se requiere la autorizada opinión de un experto en arquitectura medieval que pueda determinar en qué época fueron grabados estos relojes, pues de ser contemporáneos al edificio «serían los más antiguos e interesantes de Galicia».

Francisco Rubia es historiador e investigador de Lalín

Un ejemplar en la esquina de la sacristía sin acabar

En la esquina suroeste de la sacristía adosada al edificio, existe un bloque de piedra saliente de la misma de forma cúbica, en el que estaba previsto dejar trazado en los tres planos tallados verticalmente, otro reloj solar, que por razones desconocidas quedó inconcluso. Por su forma, se clasificaría como un «reloj solar cúbico».

De esta clase de relojes solares cabe citar, entre otros ejemplares conocidos, el reloj de sol cúbico de la capilla del pazo de Trasfontao en Silleda, fechado en 1754, antigua propiedad perteneciente al pazo de Don Freán, en Catasós, Lalín, del que era señor con título y mayorazgo D. Pedro Montenegro Mosquera (1706-1763), a la sazón sepultado en el interior de la iglesia lalinense de Donramiro.