A sus 36 años ya no se atreve a decir si será su última cita mundialista tras retornar por la puerta grande
25 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Sonaba su teléfono a finales de diciembre. Al otro lado del hilo telefónico el seleccionador nacional de rugbi. José Antonio Barro quería contar con Rocío García Eiras para el mundial de agosto en Irlanda. Todo un reto para la delantera lalinense tras dos años de parón por su maternidad. Pero el gusanillo del deporte, del balón oval con el que había convivido tanto tiempo. Una pasión que le llevó a retomar la preparación física, los entrenamientos, los partidos y concentraciones. Y el premio a ese resurgir, a una carrera de matrícula, llegaba con su convocatoria para participar en la que será la tercera cita mundialista de García Eiras.
A sus 36 años ya no se atreve a decir si será su última cita con los colores de España en un Mundial. Rocío García aseguraba ayer llegar en mejores condiciones físicas que en Canadá en el 2006 o Francia en el 2014. Agradecía la colaboración encontrada en enero en Alberto Mouriño, de Working Wheels, cuando se puso en sus manos para recuperar la forma.
«Estou encantada polo obxectivo acadado; e un agasallo de fin de carreira», comentaba ayer entre risas, sabedora de que el rugbi corre por sus venas y nunca se puede decir nunca más. Acudirá a Irlanda con el objetivo de disfrutar, con la ilusión de primer día. Tras esa llamada de José Antonio Barro todo fue rodado, con el regreso al Coreti Lalín, donde recuperó sensaciones, erigiéndose en una líder que ya avanzada la temporada permitió a las abellonas ganar la liga y disputar la fase de ascenso, un hito en la historia del club. Todo combinado con las concentraciones con la selección. Iban sucediendo incrementando la moral de García Eiras ante la posibilidad, cada vez más de real, de entrar en la convocatoria final para Irlanda.
«Cada vez estaba máis metida no grupo e ves que tes posibilidades, en especial despois da concentración de maio en Valladolid, cando o seleccionador comenzou a perfilar o equipo», explicaba Rocío García. Entonces comenzó a creer en repetir el sueño mundialista por tercera vez. Ahora toca concienciarse del tiempo separado de su marido y su hija, pues mañana miércoles parte a Madrid, donde la selección afrontará algunos compromisos unos días para viajar después a tierras irlandesas.
Ya en este país habrá algo más de una semana previa para preparar la competición. Además hubo un acuerdo entre las federaciones española e irlandesa, por lo que ambos combinados entrenarán de forma conjunta. El mundial arrancará el día 9 de agosto y a España le toca debutar a lo grande, con las actuales campeonas, Inglaterra. Al equipo inglés B le ganaban este pasado sábado en un amistoso, pero las circunstancias serán bien distintas ante el A, claro favorito a repetir título. Después les tocará Estados Unidos, con pocas referencias según comentaba ayer García Eiras, para cerrar la fase inicial ante Italia, el eterno rival y todo un derbi.
España, séptima en el ránking internacional, buscará al menos cosechar esa posición en la cita mundialista. La delantera lalinense confía en que puedan mostrar su mejor versión, tanto ella como la selección. Un nuevo reto en la dilatada trayectoria de Rocío García Eiras con el balón oval. Ilusión derrocha en cada comentario. Vive el rugbi con una pasión de adolescente. Algo vital a los 36 años, tras muchas alegrías pero también sinsabores sobre el césped.