Carlos Herrera hace un alto en Lalín en su camino a Santiago

amelia ferreiroa LALÍN / LA VOZ

LALÍN

o. p. arca

Hacer la ruta jacobea constituye para el periodista radiofónico «sus verdaderas vacaciones»

29 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El conocido periodista radiofónica Carlos Herrera hizo ayer en Lalín un alto en su camino a Compostela por la Vía da Prata, que aprovechó para darse «dos o tres paseos por una villa que conozco de años anteriores y donde hice programas en varias ocasiones», explicó. De la capital dezana dijo guardar gratos recuerdos y aseveró que «Lalín siempre que precise de mí me tendrá». Una parada en Lalín antes de emprender hoy las tres etapas que le restan antes de llegar a la catedral: Silleda, Ponte Ulla y Santiago, «para luego ir a comer a Tira do Cordel a Finisterre, Cabanel y Casa Camilo en Santiago antes de coger un avión y volver a Sevilla».

Herrera no esconde su pasión por el Camino de Santiago: «Son mis verdaderas vacaciones. Es una semana y media increíble todos los años, desde hace 23». Conoce todas las «subidas y bajadas» del Camino Francés que recorrió en varias ocasiones, el Camino del Norte, el Aragonés, el Portugués, el Sanabrés «y me faltan el Inglés y el Primitivo». Reconoce que le gustaba especialmente en esta ocasión hacer el de la provincia de Ourense, «esa olla tan sevillana de calor, que no encontré en esta ocasión, hasta llegar a Santiago». Una Vía da Prata que Herrera concluyó ayer en Dozón tras partir de Cea, y donde encontró paz, paisajes de extraordinaria belleza y «unas aldeas muy hermosas y un patrimonio arquitectónico que sobrecogen al caminante».

Un menú con empanada de cocido y tortilla «con patatas y huevos caseros»

La gastronomía es para Herrera otra de sus grandes pasiones y ayer dio rienda suelta a su debilidad comenzando con una comida que compartió con el alcalde Rafael Cuíña y varios compañeros. El periodista sevillano dijo haber llegado a Lalín con la firme intención de degustar el plato rey de la gastronomía local, el cocido, pero finalmente se dejó seducir por la empanada de cocido de Lalín, en El Asturiano. «¡Un manjar! Está en twitter y podéis ver de lo que hablo. Quería cocido pero en verano solamente lo hacen por encargo». Y por la noche, tortilla de patatas: «Soy un loco de la patata y del huevo gallego casero, esencialmente de la tortilla de patatas. Pienso comerme una esta noche -por ayer- en el Bodegón A Cunca, que será sin duda mi mayor felicidad».