La perla del baloncesto dezano se afianza en el Obradoiro

LALÍN

miguel souto

El jugador lalinense tuvo papel importante en el título gallego y el ascenso como cadete y seguirá ya de júnior

23 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Con tan solo quince años y sus 1,82 metros de altura -alguno más a día de hoy- recalaba la pasada campaña en el Obradoiro la perla del baloncesto dezano. El lalinense Alberto Bodaño debutaba a mediados de septiembre del 2016 con el conjunto compostelano cadete tras convencer en la pretemporada, decidiéndose su incorporación. Gustó a los técnicos antes y después, dado el protagonismo logrado como titular del equipo. Si cuajó un buen año en lo personal, también lo hizo el conjunto santiagués que lograba el ascenso a la Liga Galega tras firmar unos números estratosféricos, imponiéndose en todos los partidos en las distintas fases de liguilla y superar después en la final al Allariz para hacerse con el título de Primera División cadete y el ascenso.

Ahora el Obradoiro acaba de confirmar la continuidad de un ilusionado Alberto Bodaño en el club. Da el salto de categoría a júnior a sus dieciséis años. Estará el día 20 de agosto en la pretemporada programada por el club compostelano, así como en un campus que arrancará la próxima semana. Tocará convencer a los entrenadores de su valía. En función de sus informes se decidirá después si milita en el equipo A o en el B júnior santiagués.

Esta joven promesa del baloncesto dezano destaca por su polivalencia en el juego al poder desempeñar varias posiciones. Además de escolta, su puesto más natural, también puede ejercer de alero o alero fuerte, apoyando a los pivotes en labores de rebote. Desde los tres años comenzó su pasión por la canasta, tras inculcarle su padre y su padrino el gusanillo por este deporte. Antes del Obradoiro estuvo en las filas del Basketdeza de Lalín, militando aún en edad cadete en sus equipos júnior e incluso sénior. También había jugado en el Baloncesto Burela.

Alberto Bodaño compagina su pasión deportiva con los estudios y sueña con continuar su progresión en el mundo de la canasta. Ahora tiene el reto de demostrar a los técnicos que puede estar en el equipo júnior A, además de ganarse después minutos en el primer año en esta categoría. Y seguir así soñando con llegar en su día al Obradoiro y la ACB. Ilusión no le falta.