La sequía actual contrasta con el temporal del inicio del año pasado

P. V. LALÍN / LA VOZ

LALÍN

En lo que va de 2017 llovió casi igual que el 1 de enero de 2016, cuando desbordaban los ríos que ahora llevan caudal mínimo

21 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El clima marca las pautas ciudadanas y mantiene a la población siempre en vilo en el extremismo en sus manifestaciones, por mucha agua o poca u otra variables de viento o, como ocurre estos días, de frío, que ya puso el termómetro en la zona en bajo cero grados. El año pasado había exceso de agua y viento, en este sobra frío y falta lluvia. Abundan referentes en la zona de grandes contrastes. Hace justo un año, en su arranque, los servicios de emergencia estaban sobresaturados por los efectos de un temporal que arrancó con el mes y se prolongó con fuerza en la primera quincena. Ahora con un final de año y arranque de 2017 seco, la alerta es en sentido contrario, se teme que sea preciso suministrar agua si siguen secando los manantiales, perdiendo caudal los ríos y vaciándose los pantanos.

Las imágenes de Brocos y O Marquesado en el Portodemouros dezano exhiben estos días su fuerte bajada de nivel mostrando las viejas edificaciones a la luz. De los 297 hectómetros cúbicos de capacidad, está casi a un tercio, solo al 36 %. El año pasado estaba lleno. Pero no es la de este año una situación extrema. En el 2007 estaba en un 22 % de su capacidad y en el año 2000, seguramente el dato histórico más bajo, en un 13 % con solo 41 hectómetros cúbicos de agua.

Las fotografías, hechas prácticamente en el mismo día de este año y del pasado, en la segunda semana del año, en la Fervenza do Toxa, muestran una catarata prácticamente en mínimos este ejercicio y la misma un año antes en el esplendor y espectáculo natural de su elevadísimo caudal.

En el día a día, playas, caminos, sótanos,... pasan inadvertidos este año pero requirieron intervenciones o censaron daños el pasado. Un ejemplo claro es A Laxe en Lalín, normal este año y totalmente anegada el pasado en el arranque del 2016.

¿Tanta es la diferencia de agua? En los 19 días de enero transcurridos en Lalín llovió en cinco. Tan poco que suman 11,2 litros por metro cuadrado. En diciembre llovió seis días, 38,4 litros totales. Frente e esos datos, los 19 primeros días de enero de 2016 solo hubo un día sin lluvia y los metros cúbicos totales fueron 313. En todo el mes de diciembre previo no llovió en siete días y el total había sido de 96,2 litros.

Contraste en el arranque de enero de este y del pasado año. La sequía pertinaz tiene ejemplo claro en la catarata del Toxa, donde este año se muestra como un pequeño torrente de agua mientras que en las misma semana de enero del 2016, esta caída de agua ofrecía una carga desmesurada y se mostraba como un extraordinario espectáculo natural. fotos Miguel Souto

Sin agua ahora muestra las viejas edificaciones que anegaba hace un año. Los pantanos se descargan con tanta sequía. La cara amable es que muestran sus entrañas. Es el caso de Portodemouros, donde cada día asoman más las viejas casas de O Marquesado (en la foto) y de Brocos. En el arranque del pasado año la imagen de la zona era radicalmente distinta con el pantano rebosando de agua.

Con la sequía hay tranquilidad en A Laxe, donde el anegamiento es clásico. Son múltiples los anegamientos en la zona cuando se desata el temporal. Un referente clásico está en Lalín, en el lugar de A Laxe. Este año no hay causa porque no llueve. El año pasado también fue, por estas fechas, lugar para la quejas por infraestructuras deficientes y llegó a anegarse dos veces en el arranque del 2016.