15.000 piezas para valorizar el pasado

Javier Benito
j. benito LALÍN / LA VOZ

LALÍN

MIGUEL SOUTO

El castro de Doade, donde se hallaron millares de restos ahora en proceso de catalogación, ya está señalizado y pueden visitarse los restos de viviendas castrexas

18 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Una de las salas del museo Casa do Patrón de Doade alberga en torno a 3.500 piezas arqueológicas procedentes de la primera excavación, realizada durante el 2015, en la Aurela do Castro de Doade. Quedará pequeña tras recuperarse más de 15.000 restos en la segunda actuación en este yacimiento el pasado mayo y junio. Un material ahora en proceso de selección y catalogación, que se entregará previsiblemente en un año para su exhibición y conservación por los vecinos de la parroquia lalinense. Tocará ampliar espacio aunque solo se exhibirán los más relevantes, almacenándose el resto.

El resultado de esta segunda campaña de excavaciones en Doade se presentó ayer en un acto celebrado en la Casa do Patrón. Participaba el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, junto con el director técnico del proyecto, Erik Carlsson-Brandt Fontán, la restauradora Diana Blanco y el director de la Casa do Patrón, Manuel Blanco. Destacó el responsable del museo que el castro ya cuenta con señalización, para llegar al yacimiento y también con paneles para divulgar los trabajos realizados estos dos últimos años. La vivienda castrexa descubierta y un muro, junto a parte de otra, pueden visitarse por los interesados.

Manuel Blanco incidió además en que los restos encontrados y el castro de Doade, el primeiro que se excava en Lalín, «son de todos os veciños e todos debemos traballar para a súa conservación». En esta segunda campaña de excavación aparecieron más de 15.000 piezas diferentes, de todo tipo, aunque preferentemente cerámica, junto a restos líticos, hierro o bronce, entre otros. La datación inicial en espera de concluir la selección y catalogación final se sitúa, para el 90 % de ellos, entre los siglos II antes de Cristo y el siglo I después de Cristo.

Erik Carlsson-Brandt explicó a los vecinos en el acto tanto los dos tipos de señalización para llegar al castro y también para su interpretación como las dos intervenciones desarrolladas este año. Por un lado para consolidar las estructuras descubiertas en el 2015 y, por otro, nuevas catas para evaluar dónde seguir en el futuro. Y es que todos los presentes ya hablaron de continuar en el 2017 con la puesta en valor de este yacimiento. Resaltó que el castro de Doade apenas sufrió afectaciones al menos desde 1945, para incidir en el trabajo desarrollado por los cuatro arqueólogos y los doce alumnos del Máster de Arqueoloxía e Ciencias da Antigüedade.

Si en el 2015 se realizaron cuatro sondeos, este año se continuó esa labor y se amplió el área de actuación donde habían aparecido restos de una vivienda, trabajándose en la reconstrucción. Apareció un muro que en principio puede tener alguna función estructural respecto a la muralla del castro en ese punto, en espera de evaluar esa hipótesis, además de encontrarse unos huecos de poste en el exterior, posiblemente para algo similar a un galpón y restos de un molino de granito.

La casa «desaparecía»

Pero también se pudo constatar que la casa «desaparecía» al aparecer la roca base y con una zona de tierra limpia. Carlsson-Brandt apuntó a la posibilidad de que tras abandonarse la casa se vaciase parte de su estructura, para emplearla como material de construcción o para cultivar, surgiendo en ese punto materiales romanos que apuntan a ese cambio de utilidad del castro, de habitacional a quizás zona de cultivo. Explicó también el director técnico la aparición el último día de excavación de otro muro circular, previsiblemente de una casa anterior. El hallazgo estrella en este punto de trabajo fue una olla de cerámica entera, de unos veintiséis centímetros de diámetro. Habló de la cerámica encontrada, con algún fragmento de ánfora romana por primera vez y también de

sigillata

, así como dos fíbulas de bronce.

Un muro que podría tener una función estructural con la muralla

La segunda actuación de este año correspondió a sondeos valorativos ya promovidos directamente por la Casa do Patrón, con un equipo técnico y un estudiante de Grado. Primero hubo un barrido con georradar para determinar dónde efectuar cuatro nuevos sondeos, uno de ellos cerca de la vivienda castrexa excavada y donde surgió el muro ya citado, vinculado a la muralla del castro. Los resultados de esas catas apuntan, dijo el director técnico, a que solo sobrevivió la zona más próxima a la muralla.

Por su parte, Diana Blanco explicó el proceso de restauración seguido junto a Delia Eguiluz. Por un lado para la extracción de materiales cerámicos y por otro para la consolidación y puesta en valor de la estructura de la casa. En este caso para conservar «exactamente lo que hay, solo se introdujo piedra en un punto para evitar derrumbes». Aludió al tapado posterior para mantener las estructuras y diferenciación de zonas con colores.

Román Rodríguez destacó la relevancia del proyecto y su simbología como buena práctica al involucrar de forma activa a los vecinos de Doade, la Universidad y la propia Xunta. Permite, dijo, cambiar la opinión de que el patrimonio es un problema para los dueños de fincas y pueden identificarse con él, y además se genera una seña de identidad como recurso turístico y económico.