El Concello reforzará la señalización en la zona mientras que el colectivo se queja de la falta de accesibilidad para minusválidos
11 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.A primera hora de la mañana de ayer los operarios llevaban a cabo el cambio de la cabina de los taxistas de la Praza da Torre a la rúa Colón. Poco después funcionaba ya el teléfono y ante esto, los taxistas realizaron ya el traslado, aunque no habían recibido aún ninguna notificación por parte del Concello, apuntaron.
A media mañana se estrenaba la parada. Sonaba el teléfono y se llevaba a cabo la primera salida. Hasta el nuevo emplazamiento se desplazó el sargento de la Policía Local que supervisó el cambio y departió con los taxistas.
El colectivo planteó distintas críticas. Una de ellas la falta de señales que dejen claro a los vehículos que la calle es de sentido único hacia O Regueiriño. Se quejan de que hay quien aparca en los aledaños del antiguo consistorio, más abajo de la parada y luego sube pidiendo se encontrar de frente con algún otro coche. El propietario de un taxi accesible a minusválidos se quejó de que la parada no es accesible y que no podría subir a una persona en silla de ruedas en la parada. Necesitaría ponerse sobre el paso de peatones e invadir, dice, parte de la Ramón Aller para dejar espacio para que entrara la silla por detrás. Alegan que la parada no cumplía la ley que, dice, que debe ser accesible.
El Concello reforzará la zona en estos días con nuevas señales. El sargento de la Policía Local les apuntó la conveniencia también de colocar un cartel en la antigua parada indicando a los potenciales clientes la ubicación de la nueva.
Los taxistas, que fuera del coche, se refugiaron de la lluvia en el soportal cubierto del edificio de la esquina, se quejaban de la situación de la parada en cuesta y de las incomodidades de la misma a diferencia, decían de la anterior, que estaba en una superficie llana. Los taxistas aprovecharon ayer para volver a quejarse de la falta de reuniones con los responsables municipales y señalaban que si se trasladaron ya fue por la imposibilidad de seguir haciéndolo en el otro lado una vez que empezó a funcionar la cabina en la rúa Colón.
Mientras, la Praza da Torre, se quedaba vacía de coches por primera vez en muchos años. En su nueva ubicación, recibieron la visita de algunos vecinos. Alguno lamentaba la reducción de la zona de aparcamiento en la zona a causa de la parada.
Salir en dirección contraria a la de la circulación de vehículos
La ubicación de la parada de taxis en la prolongación de la rúa Colón restó espacio a ambos lados del vial y dejó la calle reducida a una única dirección con circulación en sentido descendente. Los coches bajan hacia O Regueiriño, pero los taxis que salen de la parada lo hacen hacia arriba, lo que puede ocasionar algún problema en este tramo que cuentan con bastante circulación de coches y que se espera que este tráfico puede ser mayor una vez esté en funcionamiento la biblioteca pública.
Los taxistas cuentan con una zona hacia abajo y otra hacia arriba. Dicen que de estar la parada hacia abajo, los clientes cogerían siempre el último taxi, que sería el que estaría estacionado más cerca del cruce con Ramón Aller y, por tanto, más cerca del centro, y prefieren la comodidad de estar hacia arriba.