Los trabajos de regulación catastral arrancan en Lalín en el mes de abril

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

LALÍN

Vilariño y Teresa Varela, encargados de las relaciones del ORAL y de Hacienda, informaron del proceso.
Vilariño y Teresa Varela, encargados de las relaciones del ORAL y de Hacienda, informaron del proceso.

Tasas de 60 euros para las altas, desde final de mes, tras la publicación en el BOE

06 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

En el mes de abril dará comienzo en Lalín el trabajo de campo de los técnicos del catastro, encargados de realizar un procedimiento de regulación catastral. Unas labores que supondrán la incorporación al catastro, y su correspondiente tributación de todas las nuevas construcciones que no estén dadas de alta, de las que sufrieron reformas y ampliaciones y también el pago de contribución, por primera vez, por granjas, establos y explotaciones ganaderas, que hasta ahora estaban exentas. Los trabajos se prolongarán hasta fin de año y será en el 2017 cuando empiecen a pagar. Las altas van a implicar también unas liquidación de atrasos de hasta cuatro años, en el caso de que las construcciones tengan esa o más antigüedad.

Los ediles Francisco Vilariño y Teresa Varela informaron ayer del procedimiento destacando que es algo ajeno al Concello de Lalín. Recordaron que fue un decreto del 2013 del gobierno central el que pone en marcha este procedimiento de regularización catastral que se lleva a cabo entre el 2013 y el 2016. En la zona, el único Concello que ya lo realizó es el de Agolada y este año se llevará a cabo en Dozón, Lalín y Silleda, lo que en Deza, apuntaron dejaría solo pendiente de ejecución al Concello de Rodeiro.

Varela y Vilariño explicaron que, por lo que respecta a Lalín, a final de mes saldrá el anuncio en el Boletín Oficial del Estado. Una vez se publique, apuntó Vilariño, «quedará sin efecto o convenio que o ORAL ten coa xerencia».

Eso va a suponer que las altas que se tramiten hasta esa publicación se podrán realizar de forma gratuita, mientras que a partir de esa fecha se impone una tasa de sesenta euros. Una cantidad que está destinada a sufragar los gastos derivados de la realización de los trabajos técnicos necesarios para la realización de esta regulación y que se aplicará por construcción en parcela.

Vilariño destaca que «non é unha revisión de valores» sino un procedimiento de regulación catastral. Una de las cosas que persigue es el fraude. Afectará a los bienes de naturaleza urbana, a las construcciones en núcleos (rurales y urbanos) y a las de diseminado. Parte de esos trabajos de campo consistirán en realizar imágenes aéreas actuales que se superpondrán a las que ya tiene el catastro y que permitirán ver las construcciones que no están dadas de alta. No solo afectará a viviendas sino también se incluyen todo tipo de cubiertos o piscinas, por poner algún ejemplo. Vilariño apuntó que no se incluyen los hórreos y entiende que tampoco las barbacoas.

En el caso de construcciones nuevas que se acaben después de final de mes, sus propietarios tendrían dos meses para darlas de alta y si entrarían en el convenio con el ORAL con lo que no tendrían que pagar los sesenta euros.

Los ediles insistieron ben que el procedimiento es ajeno al Concello apuntando el deseo del gobierno local de perseguir el fraude y entienden que aflorarán muchas construcciones que no estaban registradas.

Un crecimiento importante de ingresos de IBI

Los ediles auguran para el 2017 un aumento considerable de los ingresos en las arcas municipales derivados de la incorporación al pago de la contribución de granjas y explotaciones, en un municipio eminentemente ganadero como es el de Lalín, y a lo que se sumarán una buena cantidad de altas nuevas, con el añadido también, en muchos casos del cobro de las liquidaciones de los últimos cuatro años en el caso de algunas construcciones. Una cifra que, señalan, es imposible calcular a priori, pero que se prevé elevada.

Combatir el fraude

Los ediles destacaban ayer la necesidad de combatir el fraude. Son conscientes de que este procedimiento de regularización hará aflorar muchas construcciones, algunas que llevan en pie muchos años y que no fueron dadas de alta en el ORAL. Eso y, sobre todo, la inclusión de las explotaciones ganaderas y granjas por primera vez disparará la lista y la recaudación en Lalín. Una subida de ingresos que se notará en el 2017.

Valores especiales para las granjas en función de los metros y la calidad constructiva

Vilariño indica que en el caso de establos y granjas, que hasta ahora no estaban en el catastro, van a empezar a pagar con «valores especiais nos que se teñen en conta a superficie construida e a categoría que va definida polos materiais constructivos». Este tipo de construcciones no estarán sujetos a la liquidación de atrasos. Las altas se les comunicarán a los propietarios a final de año y empezarán a tributar en el 2017. En cuanto al coste que puede suponer el pago de la contribución para una explotación media, Vilariño, apuntó que «é moi difícil de calcular», dado que no solo se tienen en cuenta los metros sino también otro tipo de valoraciones en cada caso. Las contribuciones en el rural seguirán manteniendo la bonificación del 60 % que se marca en Lalín. Una bonificación que solo se da en núcleos rurales y que no incluye a las que están s en diseminado. Vilariño recordó que «en diseminado non se permiten». En el caso de las granjas los valores son inferiores a los de las construcciones ordinarias.