Lalín cumple un año sin cines y con escasas expectativas de futuro

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

LALÍN

Los cines fueron escenario de iniciativas como el festival Anirmau promovido por el IES Aller Ulloa.
Los cines fueron escenario de iniciativas como el festival Anirmau promovido por el IES Aller Ulloa. M. M.< / span>

Las salas de Filmax continúan cerradas y sin comprador a la vista

01 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Un día como ayer, las saldas de los cines Filmax en Lalín proyectaban su última sesión. Una despedida que se produjo de la misma forma que la bienvenida: con pases al precio simbólico de un euro que permitieron a los vecinos decir adiós a las segundas mejores salas de Galicia tras cerca de diez años de magia y palomitas. Con el cierre quedaba también sin empleo la plantilla del complejo dezano.

Unas semanas antes de ese 28 de febrero, el 13 de enero del pasado año, la sociedad de Filmax que gestiona los cines de A Coruña, Casteldefels y el Pontiñas presentaba concurso de acreedores. La sociedad consiguió salvar la actividad y las plantillas de las salas coruñesas y barcelonesa, pero con Lalín el milagro no fue posible. En los meses siguientes la empresa manifestó que estaba abierta a la venta o al alquiler de la salas y por parte del centro comercial Pontiñas se establecieron algunos contactos en busca de un empresario que se quisiese hacer cargo del complejo, o al menos, de alguna de las salas.

El presidente de la sociedad de propietarios del centro comercial Pontiñas, Julio López, apuntaba que «tuvimos contactos y lo intentamos por todos los medios pero no fue posible». Hoy, un año después, la comunidad de propietarios no tiene claro el estado en el que se encuentra el concurso de acreedores. Julio López señala que «creemos que eso aún no está cerrado» y afirma que desconocen quienes son los dueños de ese espacio en la actualidad, mientras otras fuentes apuntan a que los locales son ya propiedad del banco y el material de las salas (los proyectores y las butacas siguen siendo de Filmax). Hay que recordar que poco después del concurso, los locales ya estaban intervenidos por el banco.

De una manera u otra, los cines continúan cerrados y con pocos visos de que eso vaya a cambiar. Uno de los problemas es la tipología de los mismos que hace que el espacio sea un estuche perfecto para unos cines de lujo pero sea difícil de encajar en otro tipo de actividad comercial.

Los cines Filmax disponen de una superficie de 2.075 metros cuadrados y cinco salas con butacas en grada que llegan, en algunos casos, hasta una altura de nueve metros. Abrieron el 1 de diciembre del 2004, al día siguiente de la inauguración del centro comercial Pontiñas en un acto presidido por Manuel Fraga.

El motivo del cierre fue la falta de espectadores que no fueron suficientes para mantener unos cines con unas instalaciones de lujo y capacidad para 942 espectadores, mejores que los existentes en muchas ciudades gallegas. Un sueño que se truncó y que es difícil que se recupere.

Un lastre para el centro comercial Pontiñas y una importante deuda pendiente

El cierre de los cines, además de dejar a Lalín sin una oferta cultural, también supone un importante lastre para el centro comercial Pontiñas para la que los cines era su principal oferta de ocio. Su clausura se unió a algunos cierres más que dejó al centro comercial cada vez más vacío. Unos cierres en la parte de ocio a los que se sumaron los de otros locales comerciales: el último el de Pórtico, uno de los buques de atracción del centro.

El local se quedó vacío, pero al parecer no entró en el concurso, por lo que podría estar ocupado en breve de nuevo, De momento los propietarios tienen ya sobre la mesa una oferta de alquiler.

En cuanto a los cines, Julio López, apunta que desde la entrada en concurso de la sociedad de Filmax que los gestionaba, dejaron de pagar la comunidad. Un año ya de deuda que suma una cantidad considerable, dada la superficie de los cines. Durante este año, el centro comercial apenas recibió información sobre el estado del concurso o el futuro de estas instalaciones. Algo que achacan al hecho de que el concurso se presentó en Barcelona y lo lleva un despacho de la Ciudad Condal. Los de Filmax no son los únicos cines vacíos. El viejo cine Balado, muy deteriorado, se vende por medio millón de euros y el centro comercial Eroski aún posee los anteriores cines Deza con alguna sala sin equipo pero con butacas.