Rubén Diéguez se incorporó a su puesto con una actitud que causó buena impresión general
17 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El conflicto en las parroquias estradenses de Cereixo y Vinseiro por el cambio de párroco derivado de una reorganización pastoral en el arciprestazgo de Tabeirós quedó zanjado ayer. El nuevo párroco, Rubén Diéguez, se incorporó a su puesto en la parroquia de Cereixo con toda la normalidad posible después de la tumultuosa semana de protestas y lo hizo con una actitud humilde y amigable que causó buena impresión general entre los vecinos.
El párroco se presentó ante sus fieles y, sin entrar detalle alguno del conflicto previo, les comunicó que es su deseo estar a la altura de su predecesor, por el que los vecinos no dudaron en iniciar una guerra en todos los estamentos eclesiales.
Los vecinos ya habían advertido que recibirían al nuevo párroco con los brazos abiertos y así lo hicieron. Desde el principio tenían claro que su lucha era para tratar de mantener al anterior párroco, Gilberto Berríos, no en contra del nuevo
El nuevo párroco ?que se encargaba ya de la zona de Arca, Ribela y Codeseda? informó a los fieles de que en adelante tendrá a su cargo 12 parroquias, por lo que atenderá a Cereixo lo mejor que pueda teniendo en cuenta las necesidades del resto de localidades.
Fin del conflicto
La buena voluntad por ambas partes y la celebración por fin de la novena de Santa Rita ha puesto punto final al conflicto por el relevo.