Algo más del 5 % de la castaña de Galicia sale de Deza y Tabeirós

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

A ESTRADA

Rocío Ramos

La IXP resalta el crecimiento en la zona de la producción de este cultivo ancestral

20 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La castaña es algo muy nuestro, pero a diferencia de Lugo u Ourense donde se mantiene una importante producción, en Deza y Tabeirós se fue dejando más de lado. La zona que comprende las dos comarcas se encuentra dentro de la Indicación Xeográfica Protexida (IXP) Castaña de Galicia. La zona de cultivo abarca en la provincia de Pontevedra ambas comarcas, más los municipios de Cotobade, A Lama, Campolameiro y Cuntis.

A ellos se suman la totalidad de las provincias de Lugo y Ourense, donde está el grueso de la producción. A ellas la provincia de A Coruña, añade la comarca Terra de Melide y los municipios de Arzúa y Boimorto en la de Arzúa.

La temporada de recogida de castaña acaba de comenzar y en la secretaría de la IXP Castaña de Galicia cifran entre un 5 y un 6 % la aportación de castaña de las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes.

Explican que «las castañas estaban aquí ya antes de que llegaran los romanos». Es algo que «existió toda la vida, pero fue un cultivo y un fruto que se fue dejando de lado». En la zona, apuntan, «donde más tenemos es en A Estrada, aunque en Lalín se encuentra un productor importante».

En los últimos años desde la IXP Castaña de Galicia se desarrolló en la zona una importante labor de divulgación que se tradujo en la realización de jornadas y charlas, la mayoría de ellas, encaminadas a incentivar el cultivo y las plantaciones de castaño.

De hecho, apuntan, «hay demanda en la zona y plantaciones, muchas de ellas recientes que todavía no producen».

Agolada fue uno de los concellos de la zona que en los últimos años promovió este tipo de cultivos. El alcalde, Ramiro Varela, apunta que existen soutos, pero muchos de ellos abandonados. Abundan sobre todo por la zona de Artoño y Baíña, que son tierras de muchos castaños, aunque en muchos casos se encuentran llenos de matorral, lo que hace imposible el acceso.

En la zona hay un ramillete bastante numeroso de productores que venden una serie de productos de huerta y que completan esas producciones también con las de otros frutos como la castaña. Son productores amparados por el Consello Regulador de Agricultura Ecolóxica. Uno de esos productores que también que vende directamente en la Hortiña da Praza de Lalín es Vanesa Vidueiros que explica que tienen dedicada a castaños una finca en la que no pueden llevar a cabo otro tipo de cultivos.

Los precios para los productores no son buenos en los almacenes puede ser de sesenta céntimos el kilo, uno de los más bajos. Al igual que ocurrió con las setas, la recogida de la castaña va creciendo año tras año. El objetivo es que se convierta en una importante fuente de ingresos y en algo profesionalizado.

Recuperar los sabores de las viejas recetas sigue siendo una asignatura pendiente

Dentro de la labor que realiza la IXP Castaña de Galicia se encuentra la divulgación de las cualidades de la castaña y sus usos. En la cocina, resaltan, eran una pieza fundamental de numerosos platos, pero muchos de aquellos sabores y de las combinaciones de aquellas recetas se fueron perdiendo.

Explican desde la secretaría de la IXP contaban que no hace mucho les sirvieron chipirones con castañas, una receta que hacían en esa zona de Galicia desde siempre, pero que hoy en día es una asociación que choca. Un ejemplo que ponían desde este organismo para demostrar e uso extendido de la castaña en los fogones y que como fue siendo sustituida por otros productos en el plato como puede ser la patata. En la zona, la castaña que se comercializa es castaña fresca casi en su totalidad.

La producción en la zona es la suma de muchos pequeños productores, muchos de los cuales venden directamente a almacenes de la zona o a grandes empresas como Alibos, en Monterroso.

Esta temporada la cosecha es abundante y el fruto está sano

Un recorrido por las ferias y las fruterías en busca de castaños arroja una disparidad de precios importante. En la feria de Lalín se vendían a tres euros el kilo en algún puesto. En alguna fruterías se podían encontrar a 2,65 euros, pero también mucho más caras en otros establecimientos. En algunos casos la diferencia la marca el calibre del fruto. A más grande, más caro.

Los vendedores señalan que este año la cosecha de castaña es abundante y por el momento el fruto se recogió sano, pese a que «o que lles vai mal é o calor, e este ano fixo moito».

El buen tiempo les otorgó también unas grandes dosis de sabor. Por lo que este año parece ser que tendremos abundancia de castañas. Y además, especialmente sabrosas. Eso hace que se auguren bajadas de precio y que la castaña , dada la abundancia acabe este año siendo además barata. Lo contrario que las nueces, que parece ser que hay menos.