La sidra estradense se fija el reto de llegar a toda la hostelería local

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

A ESTRADA

m. souto

Señalización y comunicaciones son trabas para el sector

21 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

A Estrada tiene en la sidra un importante potencial turístico por explotar. Esa es la principal conclusión del curso organizado por la Universidade de Vigo sobre el turismo basado en la producción tradicional de vino, cerveza y sidra. La actividad formativa -que se enmarca en el máster de Turismo de interior y salud- celebró ayer una sesión teórica abierta al público general en el Mome. Culminó con una mesa redonda sobre el caso estradense en la que participaron el productor local Jesús Armenteros, el estradense que coordina el máster, José Antonio Escariz; el experto asturiano Francisco Javier de la Ballina y el catedrático de comercialización de la Universidad de La Rioja Agustín Ruiz. Al debate asistieron también representantes del sector sidrero local, con presencia de la asociación Maceira e Sidra, la cooperativa de productores de manzana Ullama y el colectivo de turismo rural Mar de Compostela. Se echó en falta en cambio representación institucional, vecinal y de otros sectores en un debate abierto planteado como una reflexión sobre el futuro de un turismo sidrero.

En sus cinco años de desarrollo, la sidra local ha ido ganando presencia en la hostelería, con una respuesta «buena pero mejorable». El reto es ahora lograr una presencia de la sidra estradense como elemento de consumo en toda la restauración local, buscando ensalzar el producto autóctono.

En la jornada se puso de manifiesto la necesidad de revalorizar lo propio en lugar de vender la materia prima para que otros la revaloricen. Para ello se antoja esencial la colaboración estrecha entre el sector sidrero, el hostelero y del turismo rural.

Los puntos fuertes para un futuro turismo de la sidra son el patrimonio natural, artístico y humano del rural, con condiciones óptimas para el senderismo unido a la sidra y la gastronomía. Las trabas: la falta de señalización de núcleos de población y elementos de interés, los problemas con la telefonía y el servicio de Internet precario en las zonas rurales.