El Concello trabaja en coordinación con el ORAL para advertir a dueños de solares con maleza de su obligación de desbrozar
07 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El Concello de A Estrada está realizando una media de unos 30 requerimientos semanales a propietarios de parcelas y solares que acumulan maleza, para que procedan a realizar las talas y rozas preceptivas y mantenerlos de ese modo en las condiciones que fija la legislación de la Xunta de prevención de incendios forestales.
El alcalde firmaba un bando a principios de junio recordando esta obligación a propietarios y arrendatarios de fincas incluidas en núcleos de población y franjas de especial protección para gestionar el combustible vegetal de las parcelas. El plazo para hacerlo concluía a finales de junio, y fuentes municipales señalan que se están tramitando una treintena de órdenes a la semana a titulares de solares que incumplen con esa demanda de mantenimiento de sus terrenos.
El procedimiento pasa por una comunicación al ORAL para localizar al titular de la parcela, al que a continuación se le requiere para el desbroce del terreno. Es un primer aviso, que en caso de incumplimiento, acarrea que sea el Concello quien ejecute los trabajos, bien a través de ejecución subsidiaria o multa coercitiva, además de poder abrirse un procedimiento sancionador.
Las órdenes de limpieza de solares se efectúan tanto en el casco urbano como en las parroquias de la zona rural. Es la Policía Local quien realiza las inspecciones, que en muchos casos en los núcleos rurales llegan tras denuncias vecinales, sobre todo en fincas próximas a viviendas aisladas, por el peligro de incendio que supone la acumulación de maleza en el entorno, riesgo extensivo también a los núcleos rurales y urbanos, donde la vigilancia de oficio es más intensa.
Reciba la notificación, el titular o arrendatario tiene 15 días para acondicionar la finca: de no hacerlo, se publica y acomete el Concello subsidiariamente la limpieza, y a través del ORAL se demanda el pago. Desde el Concello señalan que son muchos los casos en que deben reclamar la limpieza de fincas, lo que consideran una acción insolidaria ante el riesgo real que supone para los vecinos.