Los registros civiles de los juzgados de paz siguen rendidos al papel

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

A ESTRADA

Solo el de Silleda tiene digitalizados los datos desde los años 50, además de los existentes en los dos juzgados de primera instancia de Lalín y A Estrada

22 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Los registros civiles de los juzgados de paz de la zona continúan rendidos al papel. En algunos concellos como es el caso de Agolada, los responsables municipales, acometieron una importante tarea de encuadernación y puesta a punto de los libros y no están dispuestos a desprenderse de ellos así como así, en el caso de que los juzgados de paz pierdan sus atribuciones como registros civiles.

Son libros que atesoran la memoria viva de los habitantes de cada municipio y una información muy valiosa tanto para los vecinos como para los historiadores e investigadores. Una cantidad ingente de información que, en muchos casos, ocupa varias estanterías. En todos los casos la información está recogida desde 1871, que fue cuando se crearon los registros civiles a la actualidad.

Solo los registros civiles de Silleda junto con los situados en los juzgados de Lalín y A Estrada tienen la información digitalizada a partir del año 1950.

En el resto, la mayoría tiene digitalizados solo los últimos años, aproximadamente desde el 2009 ó 2010, cuando se instauró en los juzgados de paz en programa Infored y se instalaron los ordenadores. Una medida que, recuerdan en los juzgado de paz, supuso una fuerte inversión acometida en aquel momento por la Xunta.

En los de algunos concellos como es el caso de Agolada o Dozón no hay nada digitalizado y toda la información se encuentra en papel y escrita a mano. El mismo método manuscrito que se sigue año tras año en todos los registros civiles.

En los juzgados de paz están convencidos que perderán estas atribuciones y se preguntan qué pasará con los libros, cuánto durará el laborioso proceso de digitalización y qué pasará mientras dure el proceso.

Un sueldo pequeño y un servicio muy valorado por el ciudadano

Entre los encargados de los juzgados de paz hay unanimidad y todos abogan por la permanencia de un servicio muy cercano al ciudadano, muy utilizado y muy bien valorada. Muchos ponen el acento en el escaso coste que supone a la administración y recuerdan que los jueces de paz cobran una cantidad muy pequeña, un sueldo que perciben , además cada tres meses. Como muestra el juzgado de paz de Cerdedo cuya responsable percibe 260 euros cada tres meses por una trabajo diario y sin seguridad social. Los cobros se producen en marzo, junio, septiembre y diciembre.

En los registros civiles de los juzgados, el personal también es escaso. En Lalín cuenta con una sola funcionaria y en A Estrada con dos, uno del cual realiza además otras labores del juzgado.

Exhortos y, de momento, algunas atribuciones en el ámbito penal

José Nilo Fernández Taboada, lalinense y representante del Sindicato Profesional de Justicia SPJ-USO Galicia llamaba la atención sobre la desaparición de los registros civil que consideraba podría ser el primer paso para borra los juzgados de paz, al perder algunas de sus competencias. Una preocupación que también está latente en los concellos donde algunos alcaldes como el de Cerdedo o el de Agolada ya se manifestaron en contra de esta medida.

En los juzgados de paz de la zona consideran que si les quitan las competencias del registro civil solo les quedarán los exhortos y una actividad muy pequeña, teniendo en cuenta que la reforma de la justicia contempla también la supresión en los juzgados de primera instancia de los juicios de faltas, algo que salpicará también a los de paz, que perderán las pequeñas competencias que tenían en materia penal.

En Silleda recuerdan que cuando se digitalizaron los libros hasta el año 50 fue una empresa la que se los levó los libros y luego los devolvió. En Vila de Cruces, Cerdedo y en otros juzgados de la paz de la zona, destacan las complicaciones y el gasto que supondrá para los mayores no disponer de registro civil en su municipio. Son concellos en los que unos de los documentos más requeridos son las fes de vida por encima de las inscripciones de nacimientos y de matrimonios que son escasas, sobre todo en los municipios más pequeños de la zona. Desde la Fegamp se demanda que los registros civiles queden en los concellos.