«Yo pienso que Leopoldo López será presidente de la República»

i. u. p. / j. b. LALÍN / LA VOZ

DEZA

miguel souto

El periodista Rafael Poleo, exiliado en Miami y que estuvo estos días por Deza, cree que la consulta popular de hoy expresará en cifras que su país exige un régimen democrático según el patrón occidental

16 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

A Rafael Poleo (Venezuela, 1937) se le puede definir como polifacético. Ha sido acusado de pertenecer a la CIA, ocupó diversos cargos en el partido Acción Democrática, se exilió en el 2009 a Miami,... Desde allí ejerce como periodista y dirige los medios Zeta y El Nuevo País. Considera que la piedra angular del futuro venezolano pasa por dirimir la situación política y jurídica del área de las bocas del Orinoco, que se considera la mayor reserva de petróleo del mundo. Por ello, asume que diferentes acciones de la Unión Europea -como el perdón de las sanciones a Cuba- o de Estados Unidos -como la aceleración del proceso de clasificación de pertenencia del Orinoco por parte del secretario del gobierno de Donald Trump y hombre de Exxon Mobile, Rex Tillerson-. Poleo se encuentra estos días de paso por Deza, justo cuando hoy Venezuela se pronuncia sobre una consulta popular que puede marcar el rumbo del país caribeño.

-¿Conoce mucho Galicia?

-He llegado a conocerla. He tenido a muchos amigos gallegos. En 1986 fue la primera vez que vine, porque estaba en la comisión de turismo rural, en economía en la Cámara de Diputados de Venezuela, viendo la posibilidad de desarrollar turismo rural en Venezuela. Aquí me llama la atención de que no se haya desarrollado con las posibilidades que hay del campo. El campo gallego es sumamente hermoso y acogedor por la gente, por la comida, por todo lo que ofrecen los paisajes, eso vale mucho.

-¿Qué es lo que más le gusta?

-La gente y el paisaje. Aunque el paisaje es variado, pero a mí me gusta el paisaje de la zona central especialmente. El campo aquí es absolutamente excepcional.

-Usted está afincado en Miami. ¿Cuánto tiempo lleva allí?

-Está corriendo mi octavo año de destierro, con orden de aprensión de un tribunal venezolano, desde el 16 de septiembre de 2009, por haber rechazado que Hugo Chávez fuera socialista y haber descrito cómo es que Hugo Chávez fue un fascista típico. Yo he sido secretario político nacional de Acción Democrática, es el correspondiente del PSOE en Venezuela. Y me llamó la atención cuando vine como delegado de Acción Democrática para ver qué era lo que se preparaba en el congreso del 2000, que fue un punto de inflexión del PSOE, que gente como Rodríguez Zapatero, gente como Trinidad Giménez, veían con simpatía a Chávez, lo veían como un socialista. Me miraron raro cuando traté de explicarles que era un fascista típico. No había ninguna dificultad en identificarlo, porque tenía todas las características.

-¿Cómo vivió la reciente salida de Leopoldo López de la cárcel?

-Leopoldo corrió un riesgo muy grande; yo le quiero mucho desde que comenzó su carrera política ha sido como un hermano menor de muchos antiguos políticos venezolanos. Vemos con afecto y con aprecio una figura política; se ha preparado muy bien, le falta alguna experiencia política pero eso se logra. Yo pienso que será presidente de la República en algún momento. Nos alegró mucho, era algo que estábamos esperando. Yo pienso que el próximo gobierno de Venezuela tiene que ser de unidad nacional, porque ninguno de ellos tiene fuerza individual para gobernar solo.

-¿Es Galicia un destino atractivo para la cúpula de Maduro? ¿Por qué?

-No, mira, la cúpula madurista anda buscando dónde refugiarse y esta es, casi yo diría, la dificultad fundamental. El obstáculo más importante a la normalización a la vida política en Venezuela es que los jerarcas del régimen han sido señalados, en algunos casos, por crímenes de lesa humanidad. Pero sí es sabido que hay, por parte del Gobierno español, una disposición a recibir en asilo a los jerarcas del régimen venezolano. Esta conducta muy inteligente del Gobierno español, facilitará en alto grado el cambio político en Venezuela.

-En sus últimos tuits está muy presente la consulta popular de hoy, ¿qué efectos espera?

-Esa consulta va a demostrar ya de una vez por todas de una manera que podríamos llamar legal el repudio a Maduro. Espero que aquí la opinión española esté enterada de las presiones espantosas que hace el régimen para que la gente no vaya a votar. Porque ellas son personas muy primitivas en lo personal. El presidente del Tribunal Supremo de Justicia (Maikel Moreno) estaba cumpliendo condena por un homicidio. Mató a un semejante. Y ese es el presidente del Tribunal Supremo. Y que como juez y como abogado es una birria. Estamos viviendo una situación de la cual si no fuera trágica te reirías, porque ellos lo que te dan es risa.

-¿Cree que va a haber mucha participación?

-Va a tener mucha participación. Aunque los resultados serían en otras condiciones un 15 o un 20 % mayores. Pero va a haber un claro rechazo al actual régimen, va a haber una constancia de un rechazo, que no solamente es que la oposición reúne concentraciones multitudinarias, incluso contra las indicaciones de los líderes. Pero es que la gente quiere estar en la calle y está dispuesta a pagar el precio de los muertos. Pero que eso que es visible, que los venezolanos exigen un régimen democrático normal, según el patrón occidental, va a quedar ahora expresado en números.

«Chávez creía en lo que hacía, lo conocí y era así»

-En una ocasión dijo que «las guerras en Latinoamérica se libran contando fusiles, y no disparándolos», ¿sigue siendo así?

-Teniendo en cuenta que quienes tienen los fusiles son los militares, saben que eso no es como en las películas, que eso es algo muy grave. Que se mata al vecino en este tipo de guerra, que son repudiados los que hacen represión violenta. Y además, los fusiles están de un solo lado, la oposición no tiene fusiles. De manera que guerra no va a haber. En enfrentamiento entre militares y militares suelen contar los cañones. En Venezuela hemos tenido muchos enfrentamientos de esa naturaleza y no han llegado muy lejos porque son muchachos que estuvieron juntos. Los altos mandos fueron de la misma promoción, camaradas desde la adolescencia, han sufrido y se han ayudado, se han casado las familias y suelen reunirse y llegar a acuerdos. Hay una expresión portuguesa que dice «¿cuántos cañones tiene usted?» Pero no es por cobardía, es por responsabilidad.

-¿Qué deriva espera de las manifestaciones en Venezuela?

-En la suspensión de las sanciones económicas a Cuba, está la clave de un proceso de normalización de la política venezolana.

-Es decir, que se va a calmar...

-Se va a calmar, pero no solo las manifestaciones, la violencia, el tema de violencia. Va a haber un reconocimiento, si Cuba cumple su parte habrá un progresivo restablecimiento de la política civilizada en Venezuela. Quién sabe si de esto no se habla mucho para hacérselo más fácil a Cuba, y a Castro y a Maduro, para que haya unas elecciones.

-¿Cuál cree que es la mayor diferencia entre Maduro y Chávez a nivel personal?

-Chávez creía en lo que hacía, solo en casos extremos llegaba a la violencia y no gozaba con ella. No era hombre de mala índole. La gente se molesta si lo digo, lo conocí y sé que no era así. A Chávez lo deformó Fidel Castro y el poder absoluto. En cambio Maduro no. Maduro es un «malandro».

-¿Qué es un «malandro»?

-Un sujeto sin oficio ni beneficio. Que busca trabajo, pero que no lo quiere encontrar. Estuvo de chófer en el metro, pero como agitador, que aparecía como enfermedades absurdas. Te estoy hablando de cosas que están documentadas. Es tipo de malvivir.

-Tuvo problemas para entrar en Colombia a comienzos de año, ¿le ha ocurrido en más ocasiones?

- Sí, cómo no. En Milán la Policía de Seguridad de Estado irrumpió en mi dormitorio a las 03.30 y me entromparon; me sacaron por culpa de una intriga del cónsul Di Martino de Milán, que me denunció como peligroso terrorista. Desperté con dos pistolas, y dos policías de la Seguridad de Estado, una policía muy especial en Italia.

«Los intereses europeos están siendo defendidos por España»

Rafael Poleo también se pronuncia sobre la relación de España y Venezuela.

-¿Qué papel juega hoy España?

-Los intereses de Europa están siendo defendidos principalmente por España porque tiene cierta autoridad en el tema venezolano. No solo por la vinculación cultural y humana que hay entre España y Venezuela, yo paso mis vacaciones aquí porque aquí uno se siente dentro de su cultura, de manera que tiene un rol determinante en esas negociaciones para ver quién va a explotar esas negociaciones, esas riquezas energéticas, que es lo que decide lo que va a pasar en Cuba y Venezuela, ese yacimiento petrolero. Es de suponer que Exxon Mobile no va a ser el único comensal en ese banquete. Que ahí van a estar empresas como Repsol y otras europeas, porque lo importante es resolver ese problema político para que ese petróleo sea explotado en términos de seguridad, que garantice a los inversionistas una recuperación.

-¿Qué es lo que más echa de menos de Venezuela?

- (Suspira) Mis amigos, mi café, mi bar, mi casa, mi hogar, mis libros. Las plantas y los libros que tengo en mi casa, que está llena de libros por dentro y de plantas por fuera.

-¿A qué lugar de Venezuela, que le guste especialmente, querría viajar en este momento si tuviera oportunidad?

-El «dín» de mi casa. El jardín de mi casa.

-¿Qué tiene de especial?

-Plantas que yo planté y por eso es que a mí me gusta el centro de Galicia, el de los bosques, el de las plantas. Yo aquí me he comido la que llamo la remolacha más grande del mundo, y por eso me gusta Galicia, por lo rural.