Resuelven el cambio de centro de los alumnos del IES García Barros expedientados por «hackeo»

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

DEZA

En septiembre se examinan en el García Barros pero, si repiten, será en el Antón Losada

17 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La Jefatura Territorial de la Consellería de Educación en Pontevedra y la Inspección Educativa acaban de resolver el expediente disciplinario abierto por la dirección del instituto estradense Manuel García Barros a tres alumnos en relación con el «hackeo» del que fue víctima el centro escolar durante este curso.

Las instituciones educativas consideran que la conducta de los tres estudiantes fue «grave e prexudicial para a convivencia». En concordancia con la gravedad del asunto acordaron que, si los alumnos no superan en la convocatoria de septiembre las materias que tienen pendientes, tendrán que repetir el curso en otro centro educativo. El centro elegido -en el caso de que se produzca este supuesto- es el IES estradense Antón Losada Diéguez, situado a escasos metros de su instituto actual. No obstante, según consta en la resolución del expediente, los alumnos afectados -estudiantes de segundo de Bachillerato- realizarán las pruebas extraordinarias de septiembre en su centro actual.

Según pudo conocer esta redacción, en el caso del «hackeo» estaba implicado un cuarto alumno del IES García Barros. Sin embargo, en el momento en el que se descubrieron los hechos el curso ya había finalizado en segundo de Bachillerato y las notas finales estaban puestas, con lo que los estudiantes con todo aprobado no podían ser expedientados en el ámbito educativo porque ya habían extinguido oficialmente su relación con el IES.

Los hechos por los que los tres alumnos del IES han sido sancionados académicamente se habían destapado el 18 de mayo, cuando los docentes detectaron ciertas irregularidades que apuntaban a un acceso ilícito a las cuentas de correo del profesorado del centro. Ese acceso ilícito afectó tanto a los correos corporativos de los profesores como funcionarios de la Xunta como al correo del centro que se usa en el ámbito educativo.

Después de un exhaustivo trabajo se detectó que en varios ordenadores del centro habían sido instalados una especie de programas espías que registraban las claves de acceso a las cuentas una vez tecleadas. Una vez revisados los ficheros de registro de los servidores de los servicios afectados se comprobó un elevado número de accesos ilícitos a los correos del profesorado y a las aulas virtuales de los docentes. Esos accesos ilícitos se produjeron repetidamente desde direcciones IP ajenos a los titulares de las claves y durante varios meses.

Además de la apertura del expediente disciplinario a los alumnos artífices del «hackeo», teniendo en cuenta el carácter masivo de los accesos ilícitos a los correos de los profesores y la probable vulneración de la privacidad de datos profesionales y personales, el centro educativo interpuso el 19 de mayo una denuncia ante la unidad de delitos telemáticos de la Guardia Civil. Con ella se pretende determinar si los alumnos pudieron haber incurrido en algún delito.