Retos en el cáncer

Enrique Casas

DEZA

13 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Afrontar un diagnóstico de cáncer de mama supone un mazazo que deja en pausa todos los proyectos de la persona afectada. El hecho de que los índices de supervivencia y las estadísticas sean cada vez más esperanzadores no quita para que sea una enfermedad que pone a prueba los recursos de la mujer que le hace frente, y haga inevitable el que se pase por la cabeza el miedo a morir. Sin embargo, ese no es el único miedo. Junto a esta enfermedad aparecen retos tan difíciles como hacer frente a los tratamientos y sus efectos secundarios, alteraciones emocionales, incertidumbre en el área laboral o cambios físicos tan ligados a la identidad propia y a la sexualidad como la posible pérdida de un pecho o del cabello. Puede parecer que estas preocupaciones empequeñecen frente a la posibilidad de morir, pero lo cierto es que generan un gran malestar que requiere que la sociedad le preste atención.

La concienciación sobre esta enfermedad ha crecido mucho, así como los avances en los tratamientos, que hacen que cada vez se pueda hacerle frente con más garantías. Pero hay que incidir en la prevención, y esta pasa, aparte de por un estilo de vida saludable, por la detección precoz. Es fundamental llevar a cabo exploraciones físicas periódicas, así como la realización de mamografías.