AEstrada tiene un problema con la basura. Hasta el propio alcalde lo reconoce. Los contenedores son demasiado viejos y están faltos de mantenimiento. Los camiones de recogida han superado la edad recomendable de jubilación. Subsisten a duras penas, con múltiples achaques y dejando a su paso un olor apreciable a muchos metros de distancia. El personal tampoco es el adecuado. El sistema de contratación a través de programas de cooperación y colaboración social convierte la temporalidad en la norma. Salvo un conductor, el resto de la plantilla es personal esporádico. Cuando uno aprende el oficio y domina la técnica, ya le llega el relevo. Con tal sistema, la implicación del trabajador es la justa. Depende del carácter y voluntariedad de la persona. Hay quien es eficiente por naturaleza y hay quien por acabar antes no tiene inconveniente en lanzar los contenedores al vuelo. Que el trabajo no es agradable y el sueldo tampoco es para echar cohetes. Más de un coche ha sufrido los efectos de los contenedores en ruta casi aérea.
En la zona rural, además, hay problemas de recogida cuando hay festivos de por medio. En las parroquias la recogida se hace un día a la semana. Si ese día coincide en festivo, no hay margen para reorganizar rutas y la recogida queda para la semana siguiente. Si vuelve a ser festivo -como sucedió los viernes 25 de diciembre y 1 de enero-, pues otra semana más sin servicio. El Concello ha anunciado que este año apostará por mejorar el servicio comprando dos camiones nuevos y 150 contenedores de 2.400 litros de capacidad. Es una solución a medias.