La Asociación de Mulleres Rurais y la de vecinos organizan este año de forma conjunta la fiesta del domingo de Pascua
29 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.En la parroquia silledense de Abades la Semana Santa y, sobre todo, el Domingo de Pascua tiene un sabor inconfundible: el de sus famosas rosquillas. Para las mujeres de la zona, esos son días de ajetreo y de mucho trabajo.
Ayer celebraron un obradoiro destinado a dar a conocer a todo el que se acercó por allí el arte de elaboración de este dulce tradicional que emplea ingredientes naturales.
Ayer, los asistentes que lo quisieron pudieron quedarse con alguna rifa, que se podían adquirir al precio de un euro, para un bolo que se sorteo al final de las clases. El objetivo de la iniciativa era intentar atraer a las nuevas generaciones e ir transmitiendo la forma de elaboración. Cristina
Aunque siempre colaboraron, este año, ya oficialmente la organización de la fiesta la comparten la asociación de vecinos y la asociación de Mulleres Rurais. Ayer tuvo lugar en el centro cultural la presentación, en un acto que contó con la presencia del alcalde, Manuel Cuíña.
La fiesta del día 5 reúne todos los ingredientes tradicionales. La jornada arranca con la celebración de una misa solemne en la iglesia de Abades seguida por la esperada subasta de bolos de rosquillas, alguno de los cuales llegó alcanzar precios de hasta 600 euros, en alguna ocasión.
Por la mañana dará un concierto la Banda Recreativa e Cultural de A Bandeira. La banda, junto con el dúo Punto Zero, se encargarán de amenizar la velada nocturna. La presidenta de la Asociación de Mulleres Rurais, Cristina Suárez Neira, apunta que es difícil calcular las rosquillas que se hacen para la fiesta del Domingo de Pascua. Lo que no cambia es la forma de elaboración, en cooperativa. Cristina Suárez indica que «son moitas as que podemos facer, é complicado de contar, porque funcionamos como unha cadea de montaxe dunha fábrica, unhas van dándolle a forma, outras cocen, outras lle dan o baño...». La tradición permanece en la forma de elaboración, aunque apunta la presidenta de la asociación, «sempre se aprende algo». Lo que no cambia es el cariño y los ingredientes: huevos caseros, azúcar y harina.