Son las primeras iniciativas del agraciado con un décimo del segundo premio vendido en A Estrada, que cobrará 125.000 euros
22 dic 2014 . Actualizado a las 20:04 h.Pasadas las 13 horas de esta mañana, llegaba a la administración de lotería número 1 de A Estrada un agricultor jubilado de Couso, gran aficionado a la pesca del salmón: llevaba en su bolsillo un boleto que había adquirido unos diez días antes en el mismo lugar. La diferencia es que frente a los 20 euros que pagó entonces por el rectángulo de papel salido del terminal de Loterías, ahora representa 125.000 euros. Porque es el único décimo vendido en A Estrada del segundo premio, el 92.845 que salió del bombo en Madrid a las 12.28 horas. El agraciado había bromeado antes en su casa con su esposa al comprobar que coincidían las dos últimas cifras de su décimo con el segundo premio: «A ver se me foi tocar», le dijo, conformándose al menos con la terminación. La sorpresa fue que el resto de los números también casaban: era el segundo premio, ese que le reportará 125.000 euros. El afortunado estradense indicaba que no era el número que buscaba cuando acudió a la administración a comprar un décimo unos días: «Tiña capricho por unha terminación en 15, pero dixéronme que non había nin rematados en 15 nin en 14, así que collín este acabado en 45». Jugaba sobre 100 euros en el sorteo de esta mañana, y será este décimo que surgió de la terminal de loterías el que le permitirá cumplir algún capricho: «Dez ou doce días nun balneario, para descansar. E para o ano, en lugar de ir un ou dous días pescar salmón a Asturias como outras veces, ao Narcea e ao Sella, a ver se podo ir doce».
Fue el pellizco de suerte que tocó A Estrada. La administración número 1 de la localidad, que rige Ángeles Bahamonde Amor, distribuyó desde su apertura en 1981 distintos premios a lo largo de su historia, de Euromillones con 388.000 euros a La Primitiva y quinielas, pero indica Ángeles Bahamonde que este segundo premio es el mayor que ha dado en la Lotería de Navidad.
La zona también importó suerte de otros lugares. Es el caso de una vecina de Lalín, agraciada con 6.000 euros de un décimo con uno de los quintos premios que le regalaron desde Lugo. En Silleda, hasta 1.550 suspiraron cuando vieron salir el Gordo, puntual a la una de la tarde: era el 13.437. La administración número 1 de la localidad está abonada desde hace más de treinta años al 13.937, así que por una cifra se quedaron sin el gran premio. Comenta el lotero Gustavo Pousa que los 220 euros por décimo al menos «dan para comprar champán e turrón nestas festas». Los 1.550 décimos se vendieron entre los abonados habituales, comisión de fiestas de Ventosa y una cadena de droguerías, entre otros. Otras administraciones de la zona rebuscan entre pedreas y devoluciones.