Un informe judicial cifra la deuda de Guerral en 2,4 millones de euros

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

DEZA

Los acreedores disponen ahora de un plazo para presentar alegaciones

25 nov 2014 . Actualizado a las 05:07 h.

El Juzgado de lo Mercantil número 2 de Pontevedra recibió estos días el primer informe presentado por el administrador concursal de la empresa lalinense Confecciones Guerral. Después del plazo dado a los acreedores para comunicar sus créditos, en el informe se fija en 2.429.302 euros el importe del pasivo, o lo que es lo mismo, de la deuda de la firma textil.

En el paquete se encuentra la deuda contraída con la Seguridad Social, con Hacienda y con los propios trabajadores. Estos serían los acreedores que cobrarían primero. Los últimos serían los acreedores subordinados, es decir, aquellos que tienen un interés directo en la firma textil de Lalín y que en este caso serían las deudas que existen entre distintos miembros de la familia propietaria de la citada empresa.

En el informe se recoge también el valor de los bienes y derechos de la empresa lalinense, que ascienden a 3.904.914 euros, una cantidad muy superior a la de la deuda. El juzgado pontevedrés otorga ahora un plazo a los acreedores para que revisen el informe y puedan presentar, si así lo estiman oportuno, alegaciones. El plazo finaliza, según el juzgado, este viernes, y de momento ayer aún no se había presentado ninguna alegación al respecto.

Mientras tanto, la firma continua desarrollando su actividad normal y de trabajo. Desde la empresa se explicaba no hace mucho a los trabajadores que no estaba prevista la reducción de la plantilla que está, al parecer, ya muy ajustada a la carga de trabajo existente.

Pazo de Transfontao

Por otra parte, el juzgado pontevedrés está a la espera de recibir también otro primer informe, en este caso el de la empresa Pazo de Trasfontao, que aglutina varias fincas propiedad de los hermanos González y situadas en los aledaños del pazo silledense.

El administrador concursal designado por el juzgado es el mismo nombrado en su día en el concurso de Industrias González, de los mismos propietarios. El concurso está aún sin cerrar pendiente de unos flecos y continúa el proceso de liquidación, que se lleva demorando en el tiempo, a la espera de la venta de algún bien que resta.