Hubo mesa redonda sobre construcciones en este ámbito y la intervención de Javier Blanco Carballal
22 nov 2014 . Actualizado a las 05:30 h.Concluyó en el consistorio de Lalín el curso de la UIMP centrado en el tratamiento del espacio rural en Galicia. Entre las actividades de la jornada se desarrolló una mesa redonda sobre las construcciones en el espacio rural, moderada por Santiso Miramontes y que contró entre los participantes con el alcalde de Rodeiro, Luis López. Se abordaron los grandes cambios a que está sometido en los últimos años el paisaje agrario gallego, por presiones urbanísticas e intensificación agraria y forestal, cambios de usos del suelo, deterioro del patrimonio tradicional y abandono por despoblamiento, entre otros factores.
Ya por la tarde, el lalinense Javier Blanco Carballal ?subdirector de Agader? abogó por reforzar el papel de las entidades locales en el ámbito urbanístico, por normas flexibles y por su sectorización para conjugar la aplicación de la legislación urbanística con la realidad de la gestión de la propiedad en el rural.
Así indicó que la solución pasa por el sentido común en el urbanismo y la gestión de la propiedad en el ámbito rural.
Blanco Carballal explicó que normalmente los vecinos del rural no tienen conocimiento de las distintas clasificaciones urbanísticas y también se percibe un problema de coordinación de las distintas normas existentes; otro caballo de batalla, apuntó, es la percepción que se tiene de las normas, al considerarlas demasiado estrictas.
«A clasificación urbanística do solo en Galicia debe ser unha guía útil, pero non un atranco inútil», subrayó. En ese sentido manifestó que la Lei de Mellora da Estrutura Territorial de Galicia permitirá hacer por primera vez en Europa una ordenación productiva del suelo coordinada con una ordenación de la propiedad que introduce la figura del terreno de vocación agraria; esto es, que se tengan en cuenta los terrenos o parcelas, con independencia de su clasificación urbanística. Dijo que la nueva Lei do Solo ayuda a equilibrar la balanza entre los usos y la ordenación, ya que solo ordenará la gestión estrictamente urbanística de la propiedad, pero no los usos.
Javier Blanco defendió además «ir pensando unha norma de fiscalidade rural», y en el refuerzo del papel de delimitación y control de las entidades locales, por las peculiarides de cada una.