El concurso de productos de época que ganó Albino Espiño mostró el esplendor y las posibilidades hortícolas del municipio
05 nov 2014 . Actualizado a las 05:08 h.Había ganas de castañas en Cruces. La previsión de 300 kilos tenía el hándicap de que el temporal mermase asistencia. Algo se notó pero la carpa estuvo llena y los 300 kilos «non se acabaron pero non sobraron moitas», dice Andrés Lareu, el edil delegado que valoró muy bien la jornada y no trasladar la fecha por que «pasou o día, pasou a romería». Llegó gente del núcleo y de las parroquias, y los niños del Ceip de Merza. Los de Cruces no salieron por la lluvia. La mañana se fue animando entre castaña y castaña, con buen riego de vino combinando los comensales el magosto con visitas a los puestos de venta feriales tradicionales.
Y especial interés tiene el concurso de stands donde los productores del municipio traen lo mejor de su huerta e incluso se preparan cada año para el evento. Se encuentra de todo, variado y exótico. La cantidad de productos tropicales cultivados en la zona apunta la riqueza y posibilidades hortofrutícolas locales. Y algunos le ponen diseño y casi poesía a lo que muestran. Ganó Albino Espiño de Piloño. Es novedad porque no ganó el año pasado aunque lo había hecho los cuatro anteriores. Su simulación de erizos y de un jabalí con productos llamaban la atención entre calabazas gigantes y maíz chino miniatura. Quien le había ganado el año pasado, Luisa Quinteiro de Carbia, fue segunda con un estupendo stand que no ganó por solo un punto. La clasificación siguió con Ramón Saavedra de Salgueiros, Ainoa Prieto de Loño, Florentino Varela de Oirós, José Castro de Bodaño, Castelo de Añobre, Luchó Rodríguez de Piloño y Concepción Vázquez de Larazo. El ganador eligió el premio de cena para dos en O Forno y posteriormente en Don Din. La segunda eligió un plato que recrea O Galo. Había vinos, licores, lacones, embutidos, ropa. Todos fueron eligiendo varias veces por orden de clasificación.