El Sindicato Labrego Galego denunció ayer las estratagemas que usa la industria lechera para imponer bajadas de pecio que sitúan la leche gallega con el peor precio pagado en el Estado y uno de los peores registrados en toda la Unión Europea.
La secretaria xeral, Isabel Vilalba, explicó que las lácteas argumentan las rebajas en criterios técnicos como el nivel de lactosa o el punto crioscópico. En el último caso, el SLG califica de vergonzoso y arbitrario el uso de este indicador que controla la presencia de agua en la leche. Argumenta sus aseveraciones en que «castiga ás ganderías alimentadas con forraxes e pastos naturais». «O problema é que o leite das vacas que pacen herba, sobre todo despois das intensas choivas e normalmente no noso clima, ten unha maior presenza de auga precisamente pola súa alimentación natural, pero sempre dentro dos estándares de calidade marcados polo Ligal», asegura la representante del SLG.
Las industrias aplican criterios propios sobre el punto crioscópico y penalizan a las ganaderías que apuestan por el pastoreo y son más sostenibles desde el punto de vista ambiental, económico y de gestión del territorio, critica el SLG.
El SLG recuerda que el precio medio gallego de la leche se situaba en agosto en 33 céntimos (seguramente ya dos menos en septiembre, dice) y los costes de producción «están por riba dos 37 céntimos. Los valores son inferiores a los demás de España y la mayoría de los europeos.
Medio Rural inoperativo
Con este cuadro de cotizaciones, el SLG considera que la Administración enfrenta el problema con medidas que «non están a servir para nada» y Critica por inoperativos anuncios oficiales como el acuerdo con la comunidad cántara de cumplimiento de contratos en el sector, hacer políticas para dotar de base territorial a las explotaciones o impulsar una aplicación informática para calcular referencias de cara a negociar y fijar precios.
Considera el SLG que la falta de efectividad de las medida de Medio Rural contrasta como medidas adoptadas en países como Francia.