«Non sei quen pagou a misa, agradezo o apoio de todo Merza»

P. V. LALÍN / LA VOZ

DEZA

La casa de Amparo Vidueiros, con expediente de derribo, mide 49 metros cuadros y es de bloques.
La casa de Amparo Vidueiros, con expediente de derribo, mide 49 metros cuadros y es de bloques.

«Na parroquia nunca se tirou unha casa», dice y no entiende qué ganan los denunciantes

15 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

La vecina de Merza que tiene un expediente de derribo de su casa abierto tras la denuncia de unos vecinos colindantes susurró al párroco en la misa del domingo que diera las gracias, pero era el momento de la comunión y no la escuchó. Era la misa que incluía entre la intenciones la de unos vecinos a Santa Rita, patrona de los imposibles, «para que no se derribe la casa de Amparo».

«Quero darlle as gracias a todo Merza porque todos me queren axudar, pagaron unha misa e eu non sei quen foi, de verdade que non o sei, e doulle as gracias a todos. Gracias de parte de Amparo Vidueiros». Así se expresaba ayer esta vecina que regresó de Barcelona, donde tiene a sus hijos, porque «a terra tira e o clima vaime mellor». Tiene una finca y construyó su casa de bloques, 49 metros cuadrados (7x7).

Pero la construyó en suelo rústico, con la «mala suerte» de que «o que non lle ocurre a outros ocurreume a min, denunciáronme». Asegura que se fió, porque inicialmente le habían puesto una denuncia en el 2013 al empezar, pero luego le dijeron que ya no denunciarían, «se non houbera feito unha de madeira, pero fieime» y ahora «non vivo». «Que gañan con tirarme a casa, que é unha casiña. Nunca na vida se tirou unha casa en Merza. Tiven eu a mala sorte», asegura en alusión a múltiples edificaciones en sus condiciones sin problemas por no ser denunciadas. Este es el argumento base del recurso de la afectada. Los denunciantes reclamaron la restitución de la legalidad urbanística, el derribo. El Concello activó el protocolo y la afectada reclama al gobierno local que le dé el mismo trato que a otras muchas edificaciones de la parroquia, hechas en su día en condiciones iguales.

Pero ante la legislación poco importan la tradición social y todo lo que no sea lo denunciado. Socialmente no se entiende por qué estorba la casa de Amparo. Algunos vecinos intentaron mediar sin éxito. El intento de compra de la finca colindante de los denunciantes, tras iniciar la negociación, tampoco prosperó.

Entre los muchos apoyos de Amparo alguno le avanzó que irían a impedir el derribo. «Agradezo pero irían tirala outro día. Terei que pagar despois pero non vou tirar a miña casa», señala.

Expediente de derribo La titular de la casa hecha en suelo rústico pide igualdad de trato municipal