Durante las últimas semanas en la zona se sucedieron los avisos a los bomberos y a los afectivos de emergencias de distintos concellos en relación a la aparición de avisperos. El último fue ayer en Agolada, de avispas autóctonas. Los vecinos solicitaron en todos los casos la retirada de los insectos, pero los expertos advierten sobre el peligro y los efectos que puede causar el exterminio indiscriminado de avispas en el equilibrio de la naturaleza y la necesidad de preservar las crabo.
Y es que no todas las avispas son malas. De hecho existe un tipo de avispa autóctona, la llamada vespa crabo, que dicen, es la única capaz de hacer frente a las avispas velutinas o asiáticas y combatir una posible invasión de las mismas.
De ahí que sea importante valorar el tipo de avispa y si es conveniente o no retirar el avispero. En este sentido es entendible que se retiren cuando se encuentren en lugares públicos muy frecuentados como es el caso de una casa, o un contenedor en una calle urbana, como lo ocurrido no hace muchas semanas en la rúa Joaquín Loriga de Lalín. Pero otras veces, las avispas se encuentran en lugares poco accesibles y en medio del campo, donde no parecen molestar a nadie.
De las últimas alertas por avisperos, en la inmensa mayoría de los casos se trataba de avispas autóctonas. Solo un caso fue de avispas asiáticas que por primera vez aparecieron en Lalín. Fue el pasado domingo por la tarde, donde los bomberos retiraron en colaboración con el GES de Lalín un avispero que estaba colocado en el alero de una casa en Ciudad Jardín. Es esencial preservar las crabo y acabar con las velutinas, distinguindo ambas especies.