La mayoría de concellos de la zona tiene contratado el servicio de mantenimiento de la red eléctrica a empresas, aunque otros disponen de personal propio. Este es el caso de A Estrada,que cuenta con tres equipos de electricistas. En Silleda disponen de dos electricistas que se encargan de reparar las averías y reponer el material. En Agolada es una empresa la que realiza el mantenimiento y a la que se le entrega semanalmente un parte de deficiencias que tienen que ser subsanadas. En Lalín, la empresa Montoto se encarga del mantenimiento en el casco urbano y Femán del rural.
También en Forcarei está privatizado el mantenimiento, mientras que Cerdedo cuenta con un electricista del Concello que repone lámparas y atiende averías y en Cruces y Rodeiro disponen también de empresas.
Pese a todo, los responsables municipales aseguran que sería necesario más control y un análisis más detallado. El alcalde de Vila de Cruces, José Otero, destaca la necesidad de cambiar las farolas viejas por lámparas de led. En Agolada inciden en la antigüedad del tendido y añaden la dispersión geográfica, un problema, este último, que sufren todos los de la zona. Más de un regidor aludía al hecho de que «unha avería de auga avisa e detectase no momento, pero un problema na rede eléctrica non». Todo ello contribuye a encarecer la tarea de tener la red eléctrica en estado de revista, sin contar, dicen, «os imprevistos e as tormentas que veñen en calquer momento».