Los feligreses le desean una pronta recuperación al cura

La Voz

VILA DE CRUCES

17 sep 2014 . Actualizado a las 07:01 h.

Si el lunes fue el Arzobispado de Santiago el que lamentó el asalto a la casa rectoral, ayer lo hizo la corporación política del Concello de Vila de Cruces, de donde era natural María Soto, fallecida en el atraco.

En Padrón, el alcalde Antonio Fernández se desplazó el lunes a Cruces para manifestar su pesar por lo sucedido, después de interesarse por el estado del cura párroco, que se recupera en la casa de su hermana en Santiago.

La próxima misa en la parroquia, concretamente, en el santuario de A Escravitude, será el próximo domingo. Los feligreses son conscientes de que no la oficiará el cura Ramón Barral, al que le desean una pronta recuperación, tal y como ya manifestó ayer el sacristán de la parroquia padronesa.

Este señaló que si los ladrones buscaban el dinero recaudado en la festividad de la Nosa Señora de A Escravitude, no lo iban a encontrar porque el párroco le dijo que lo iba a ingresar en el banco al día siguiente de la celebración. Visiblemente afectado, también habló de que «Don Ramón quere seguir vindo porque lle quere moito a parroquia e nós tamén a el, son moitos anos aquí e moitas cousas feitas».

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