Arzobispo, obispo y 21 sacerdotes, en el adiós masivo a María Soto en Oirós

P. V. LALÍN / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

miguel souto

Julián Barrio pidió el perdón para los asaltantes y criticó al falta de valores

17 sep 2014 . Actualizado a las 07:01 h.

La iglesia de la parroquia de Santa María de Oirós, en Vila de Cruces, se quedó muy pequeña ayer para acoger a la gran cantidad de gente que acudió a despedir a María Soto Montero vecina de la parroquia que murió en el asalto de la rectoral de la parroquia de Cruces, en Padrón, donde era asistenta del párroco Ramón Barral que ayer estaba en recuperación de las heridas recibidas y no pudo acudir a Oirós al funeral y al sepelio.

El multitudinario funeral contó con marcada presencia de religiosos, no en vano la fallecida fue durante prácticamente toda su vida asistenta de párrocos en varias localidades de Pontevedra y A Coruña. Asistieron el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, el obispo de Vigo-Tui, Luis Quinteiro, que además es natural también de Oirós, y un séquito de 21 párrocos de múltiples puntos de Galicia.

El arzobispo loó a la fallecida (y al párroco) como mujer muy activa, muy religiosa y su trayectoria sirviendo a varios párrocos. Pero Barrio dejó mensajes de perdón para los asaltantes situándolos en la reflexión del actual estado de situación social donde se está llegando a extremos y donde los valores humanos pierden peso y habría que reforzarlos frente a actitudes materialista que se extienden.

Participaron en el sepelio los familiares directos de María, sus hermanos, tres hermanas y un hermano, un sobrino, y una gran cantidad de personas de la parroquia pero sobre todo de fuera, especialmente, de A Escravitude.

Hubo recogimiento y resignación en esta familia. Una de las hermanas ya había mostrado esa resignación en la jornada del luctuoso acontecimiento. América, la más pequeñas de las hermanas indicaba a este periódico que recibían la noticia «con moita pena, foi moi duro, moi fuerte pero son cousas da vida». María estuvo con ellas «no día de Santos» e insistió resignada en señalar que «si e por enfermedad.. pero claro morrer así é un golpe moi gordo, pero son cousas da vida e non hai que lle facer».