«El herbario es un regalo de Dios»

Javier Benito
j. benito LALÍN / LA VOZ

LUGO CIUDAD

miguel souto

El padre Fermín Gómez dijo sentirse «abrumado por unos honores no esperados» tras su nombramiento como Fillo Predilecto de Vila de Cruces

07 sep 2014 . Actualizado a las 08:00 h.

Atriles de música cambiaron ayer las partituras por pliegos con plantas. Y un panel exponía copias de artículos del franciscano Fermín Gómez en el hall del auditorio Xosé Casal de Vila de Cruces. Escenario escogido para un concurrido y emotivo acto para distinguir a este cruceño de Asorei, de 1921, como Fillo Predilecto antes de trasladarse a O Camballón a la ya Avenida Padre Fermín Gómez Vigide.

La calidad humana, junto a la labor docente e investigadora en especial en el campo de la botánica, la geología y la química están detrás del reconocimiento al padre Fermín Gómez. Tras una primera interpretación musical del cantautor Manoele de Felisa, uno de los colaboradores del homenajeado y conservador del herbario de Lourizán, Francisco Javier Silva, se encargó de glosar la trayectoria personal y científica de Gómez Vigide, desde sus primeros estudios en Agoleta a su ordenación como sacerdote en 1947 o su licenciatura en Químicas en la USC en 1954. También resaltó su labor docente desde 1959 junto a su pasión por la botánica, acumulando dos colecciones de 13.976 pliegos de 160 familias y 2.090 especies, además de numerosos artículos científicos de referencia a nivel mundial y el descubrimiento de varias especies incluso a nivel europeo.

Silva incidió en que el herbario de este franciscano, cedido a Lourizán en el 2012, incluye el 90 % de la flora gallega y junto a otros dos «son los pilares básicos para un nuevo estudio integral de la flora en Galicia para el que los botánicos estamos dando los primeros pasos». Recordó anécdotas del homenajeado, la colaboración de su hermano Feliciano, también padre franciscano, así como el empeño personal al financiarse todas las búsquedas de plantas a lo largo y ancho de Galicia. También de minerales, con una colección de más de ocho mil, conservados en el colegio franciscano de Lugo.

Después llegaría la parte más solemne del acto, tras leerse el acuerdo de la corporación por la secretaria municipal, Patricia Sánchez. El regidor, Jesús Otero, entregó el diploma de honor y la medalla del Concello a Gómez Vigide como Fillo Predilecto. Intervenía entonces el homenajeado y aseguraba estar «abrumado por estas distinciones a mi humilde persona, inmerecidas, unos honores no esperados». Recordó a colaboradores, entre ellos el responsable de Extrugasa, que le donó un todoterreno para recorrer los caminos y a su familia, con especial referencia a su hermano Feliciano, acompañante en esas búsquedas y con «buen ojo botánico».

«El herbario de Lourizán no es obra mía, es un regalo de Dios, yo fui el instrumento; él quiso que mis ojos contemplasen esa variedad inmensa y hermosa de plantas que regaló a Galicia», significó el padre franciscano. Tras un último agradecimiento del padre Fermín Gómez, el público en pie le tributó un largo aplauso. Después sería el obispo de Tui-Vigo, el cruceño Luis Quinteiro, quien se congratulase del acierto por parte de la corporación en este nombramiento, de un hombre con una contribución excepcional para el conocimiento científico de Galicia, «sinxelo, traballador incansable e de intelixencia excepcional».

Quinteiro Fiuza recordó cómo fue clave en su futuro el catecismo en Oirós, ensalzando la labor educadora de Gómez Vigide con los jóvenes, una vocación que sumó a su pasión científica.

«É un, educador dos xóvenes e referente pola súa contribución ao coñecemento científico en Galicia»

Luis Quinteiro Fiuza