Silleda, el caos de la señalización, que pide plan integral, y las urgencias

P. V. LALÍN / LA VOZ

DEZA

<span lang= es-es >Sobran palabras.</span> Esto es paso obligado para acceder a la Fervenza do Toxa que, por cierto, aquí es «Cadeiro» y «Fervenza» aunque no se lea bien y en otros sitios es «catarata», todo una riqueza lingüística
Sobran palabras. Esto es paso obligado para acceder a la Fervenza do Toxa que, por cierto, aquí es «Cadeiro» y «Fervenza» aunque no se lea bien y en otros sitios es «catarata», todo una riqueza lingüística .< / span>

Faltan indicadores, se duplican o conducen peregrinos al cámping cerrado

24 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Un reciente chequeo a los accesos de la Fervenza do Toxa mostraba carencias viarias y una deficiente señalización. El Concello tapó las críticas apuntando a un plan integral no solo para la catarata sino también para Carboeiro y la Senda que los une. Nada de acciones dispersas y parcheos, un plan integral.

Parece razonable salvo que por no poner un cartelón visible en el enlace de Pazos muchos visitantes siguen a Merza o si vienen de Merza siguen para A Bandeira. Por eso estando bien afrontar un plan global para los emblemas turísticos de Silleda, no estaría menos mal un pequeño parche de unas señales que liberen a los viajeros de esperar meses a que haya partida, diseño y ejecución de proyecto...

Pero dado que el Concello no apuesta por poner parches a la deficiente señalización de la Fervenza quizás debería, en su línea de plan integral, incorporar más acciones a ese plan que el salto y Carboeiro. En realidad, lo que pide a gritos Silleda es un plan global de señalización porque es bastante caótico lo que hay.

Pero como ocurre con el parcheo negado a la catarata, también podrá negarse una acción de eliminación de señales que sobran. Al menos, una actuación sí parece necesario incluir antes de un plan integral. Hace más de 10 años que está cerrado el cámping de Medelo. Va a hacer uno que ya no está operativo ni como albergue de peregrinos. Bien, pues sigue habiendo señales indicativas, con la misma confusión que las que hay de la Fervenza, pero evidentes.

En esta línea hay dos emblemáticas. Señalan al mismo tiempo la dirección de la catarata y la dirección del cámping de Medelo. Están en el casco urbano de A Bandeira y en el entronque de la carretera Merza Silleda con Carboeiro. Claro que después tienen poca continuidad para llegar a los destinos pero, para despistar viajeros, les sobra nitidez.

Cuatro administraciones

Ocurre también que se dan casos de indicadores que confunden. Uno situado entre Merza, Martixe y Carboeiro lleva localización superior de parroquia y lo hace con «Cortegada», que es parroquia silledense pero alejada en kilómetros de este punto.

Pero quizá la lacra mayor de la señalización silledense sean las múltiples inversiones en indicadores en los últimos años que supusieron poner nuevos rótulos y no retirar los antiguos. Así, estarán bien o mal, pero en muchos puntos donde los hay confluyen varios modelos y diseños.

Esta cuestión se multiplica con la densidad de indicadores en algunos puntos. No debe obviarse que en Silleda a nivel viario mandan a la hora de poner señales al menos cuatro administraciones. Así, encontramos señales del Ministerio, de la Xunta, de la Deputación y del propio Concello. Todos tienen dominio de carreteras y dejan su pegada informativa con diseño propio.

Hablamos de cuatro administraciones porque luego todavía queda la señalización de los colectivos que lograron sacar proyectos turísticos subvencionados y los indicadores comerciales.

Cada gobierno saca su plan

Cada gobierno, a poco que le de tiempo, saca su plan de señalización, para resolver el problema, y en definitiva lo complica más. Todavía persisten carteles que casi no se leían en un plan de Salgueiro de los años noventa. Una referencia en este periódico del 2006 hablaba de que «Silleda recibe 5.000 kilos de indicadores para señalizar el área rural municipal». Se media por kilos no por señales y era una segunda fase. Esto era en tiempos de José Fernández.

Ahora toca otro plan integral. Quizá lo sensato sea un informe serio de situación. Atender cuatro urgencias de rótulos que faltan y otras de sobrantes y planificar por fases (por razón económica) la ordenación global. Con algo de concordia, si puede ser, entre administraciones y entre grupos municipales. Y, por cierto, como dice un vecino de la comarca cada vez que hablamos de señales, que consideren la señalización pensando en los que vienen de fuera no en los del lugar que ya conocen los sitios.