BNG y PG se muestran flexibles respecto a la peatonalización con acceso condicionado en el centro de Lalín, pero reclaman un plan de tráfico
25 jul 2014 . Actualizado a las 15:07 h.El funcionamiento de la peatonalización en Lalín, una década después del plan experimental para el centro urbano que quedó solo en un acceso condicionado en la Praza da Igrexa y calle Colón, genera posiciones divergentes en el seno de la oposición. Mientras el PSOE insiste en la necesidad de regular mediante bolardos móviles el acceso e incluso ampliar las zonas sin coches, tanto el BNG como el Partido Galeguista (PG) se muestran más flexibles en sus conclusiones. Eso sí, todas las fuerzas políticas insisten en la necesidad de un plan de tráfico integral en Lalín.
Para los socialistas, en este asunto hay «unha nefasta xestión do Concello, en dez anos non foron capaces de definir se é aberto ao tráfico ou peatonal, causando confusión aos conductores, obviando tamén claras infracións e poñendo en risco a seguridade dos peóns». El portavoz del grupo municipal socialista, Manuel González Aller, apuesta por el uso «dos bolardos mecanizados que para iso foron comprados; de tal xeito conseguiríase respectar o tráfico de servizo estrictamente necesario e ter un mínimo de seguridade na zona».
Aller no entiende cómo el regidor «pode tirar cos cartos dos cidadáns nos bolardos e logo non darlles uso e deixalos apodrecer non se sabe onde, ese é o nivel de responsabilidade pública de Crespo». Además, reiteran la advertencia ya realizada, ya que de producirse algún incidente de tráfico na zona, «denunciaríamos pola vía penal ao responsable no Concello, neste caso ao alcalde». «Semella que Crespo non se entera que cada día pasan decenas de coches sen xustificación», apunta Aller, explicando que estos días pudo comprobar en persona como un coche circuló por la calle Colón a cincuenta kilómetros por hora, frenando bruscamente al llegar al cruce con Matemático Rodríguez mientras en la zona había unos niños jugando.
El portavoz socialista va más allá y recuerda que su formación defiende ampliar las zonas peatonales a las calles Principal y Joaquín Loriga, e incluso un tramo de Matemático Rodríguez. Incluso plantea analizar la posibilidad de abri un carril para circular en la Praza da Igrexa como alternativa si el Concello sigue sin poner bolardos y garantizar la seguridad en la zona.
Por su parte, el portavoz municipal del BNG, Xesús Cordeiro, cree que Lalín carece de una ordenación real del tráfico y tampoco disciplina para mantener medidas como la peatonalización. Aboga por conjugar el interés de los viandantes con el del comercio, con dificultades para ir sorteando la crisis, mostrándose contrario a «peatonalizacións enteiras que supoñan rúas pechadas xa que non hai un casco urbán moi amplo e hai que favorecer ao comercio». Resaltó Cordeiro que cualquier medida a adoptar «non pode ser moi restrictiva» en materia de tráfico y recordó el plan de regulación diferente al actual propuesto en su día por el BNG, que el gobierno local «ten dende fai tempo».
En esa misma línea de conciliar intereses de peatones y conductores se pronunció el portavoz del PG, Camilo Conde. Propuso un estudio más profundo «e resolutivo dos factores positivos da peatonalización pero tamén sen olvidar a relevancia de permitir o paso de vehículos no centro urbán». Apuesta por la convivencia en un modelo mixto, como en diversas ciudades europeas, además de considerar la necesidad de avanzar hacia una nueva regulación del tráfico en Lalín, como las otras fuerzas políticas.