Los paraísos silledenses del agua

LALÍN / LA VOZ

SILLEDA

Media docena de saltos y fervenzas claman por una ruta inédita que dimensione la oferta de Toxa

11 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Cuando un municipio tiene su techo a 1.014 metros (O Candán) y su suelo en 67 (Cira) sobre el nivel del mar, como es el caso de Silleda, lo más normal es que el agua y los cauces fluviales enreden con esa orografía y creen paraísos perdidos o ya en disfrute en los espacios más recónditos.

El patrimonio de saltos y fervenzas de Silleda es asombroso aunque está solapado por el esplendor y la majestuosidad de la gran estrella paisajística municipal: As Fervenzas do Toxa.

Los intrépidos buscadores de sensaciones que recorren ríos y regatos sin reparos con foresta y maleza saben mucho de las necesidades de gestión de estos espacios para su puesta en valor universal, para que pueda acceder cualquier ciudadano. Hasta las mismísima Fervenza do Toxa tiene accesos con carencias. Pero el patrimonio está ahí y su gran valor es su persistencia siempre que se cuiden los cauces y las aguas.

Visto globalmente este patrimonio, parece clamar por una ruta oficial, que sería inédita y que redimensionaría Toxa. Los movimientos municipales y, cada vez más, los movimientos reivindicativos parroquiales y vecinales están colocando en el mapa paisajístico conocido y visitable gracias a rutas puntuales otros escenarios espléndidos.

Ocurrió con Férveda en Escuadro, con del río del mismo nombre o también llamado Férveda, que cuenta ya con sendas y área de interpretación.

Están empujando con fuerza los vecinos de Graba desde Coto do Castelo apostando y reivindicando las Fervenzas de Santa Mariña, estupenda expresión natural. También en Abades se abrió una puerta a muchos que antes era, como ocurrió hace años con el Salto do Toxa, lugar al que llegaban pocos. La ruta do Baixo Deza incluye siguiendo más allá en la Granxa Escola, O Salto da Burata, cascada que se forma en el Regato da Casela, también río Cervañiña, y que crea un área con remanso y rápidos que transmiten sosiego y tranquilidad al viajero hasta límites insospechados.

Toxa, Férveda y A Burata son espacios de acceso ya sencillo. pero la nómina de enclaves de la gran ruta posible y deseable de las fervenzas y los saltos de Silleda alcanza a media docena. Enclave sencillo es el Salto do Rego de Augacae, en Cira, que incluso llega a secarse en verano. Y otros con gran interés como los Saltos do Inferniño, cerca del lugar de Abades, y los espectaculares Saltos de Ponte, sobretodo el de cola de caballo, pero de acceso complejo. Estos dos últimos están ligados a una riqueza etnográfica de media docena de molinos, pero eso es ya ir aportando más valores a la excelente materia prima.

El Salto da Burata en Abades empieza a conocerse y es un paraje natural de primer orden.