Los hosteleros inciden en que un cumplimiento estricto de horarios genera que cada vez más clientes opten por irse de marcha a otras poblaciones. Melide sigue liderando el ránking. Y desde el sector apuntan que se está generando por un lado una significativa pérdida de ingresos en el pueblo y de empleo mientras que por otro aumenta el riesgo de accidentes de tráfico de las personas que viajan a divertirse a otros sitios. El horario de cierre en verano para los bares y cafeterías se fija a las 2.30 y se da media hora de margen para el desalojo. La patrulla de la Guardia Civil entró en los locales media hora o una hora más tarde, según el caso de la hora límite de cierre y tras pasar varias veces por delante de los establecimientos. El incumplimiento del horario de los bares molesta también a los pubs por la competencia que supone.