Por la forma en la que se produjo el robo, Fernando Pájaro tiene claro que «tuvo que ser xente profesional, ou polo menos metida no sector porque un afeccionado leva unha colmea ou dúas, pero non rouba dez, para iso é que ten xa unha infraestrutura». En su larga vida como apicultor asegura que «xa me levaron trinta colmeas, pero a caseta enteira». Cree que la razón de actuar en este caso de otra manera era pasar más desapercibidos y ahorrar espacio. Y es que, como apunta Fernando Pájaro, «o levar os cadros, levan a semente que é a que vale e ocupa a metade». Está seguro que si los ladrones no se llevaron más fue «porque non lles cabería máis no coche» y porque una furgoneta o un pequeño camión llamaría más la atención. La miel ecológica de Casa Pájaro, con varios premios, goza de una reconocida calidad. Una fama que por lo que se ve llegó también a los amigos de lo ajeno que se hicieron con la semilla de todo un colmenar gratis. La preocupación de Fernando Pájaro es calibrar en los próximos días la pericia de los ladrones y evaluar cuántas reinas consiguieron llevarse. Donde falten, las abejas quedan huérfanas y se mueren.