Entre los flecos del congreso del PP destaca la ausencia de dos referentes en los últimos años: José Fernández Viéitez (Roucho) y José Antonio Pena (Toxa). Son conocidas ciertas distancias con el nuevo presidente Jose Luis Espiño, incluso con la celebración del propio congreso. Pero ninguno quiso ayer avivar fuegos en las familias silledenses populares. El ex alcalde, José Fernández, aseguró que fue invitado por Espiño y justifica su ausencia en que «todo ten un principio e un fin. A miña etapa política tivo un final e para min acabou todo. Poderei acudir como cidadán de a pé a algún acto, nada máis». Asegura que no ve nada en falta en la nueva junta pero «porque estou apartado de todo». También, que tiene relación con el nuevo equipo «cordial pero nada máis, nin opino sobre o que fan nin o piden». Roucho tiene problemas serios de salud, de tipo cardíaco. El médico le recomendó tranquilidad y evitar estrés. «E escapo de todo lugar onde poida ter algo de protagonismo, pasou a miña etapa e non vou andar tentando meter xente... Nin coñezo o comité salvo algún nome que me comentaron». Por su parte, quien fue secretario y presidente accidental del partido, José Antonio Pena (Toxa), dice que no fue invitado, bueno «si fun hai algún tempo coa carta que se mandou a militantes». Cree que debieron darle una llamada. Asegura que no quiere polemizar, que ya en su momento se había manifestado alejado del foco electoral del partido. En esa línea afirma que no tiene opinión sobre el congreso. En el escenario popular se oyen otras voces, anónimas, sobre dejar que Espiño camine solo o con oposición a la alcaldía. También se alude a nombres en el comité con pasado nacionalistas o apoyo al PSOE. Claro que también se recuerda que había mucho antiRoucho y que ya no es el caso.