De Lalín a Júpiter con Punset

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

DEZA

Eduardo Punset aprovechó su estancia en la capital dezana para conocer la cúpula y ver el cielo.
Eduardo Punset aprovechó su estancia en la capital dezana para conocer la cúpula y ver el cielo.

El escritor y divulgador científico descubrió en un paseo por el universo en el observatorio a Ramón María Aller

25 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La cita fue pasada la medianoche. Un poco antes, en Santiago, el profesor José Ángel Docobo, director del Observatorio Astronómico, comprobaba las predicciones meteorológicas y aunque en la capital gallega las nubes aún cubrían el cielo, se suponía que más al sudoeste, en Lalín, a esa hora ya titilaban las estrellas.

A la hora que Cenicienta se va del baile, en la cúpula del Observatorio lalinense, Docobo y Pedro Pablo Campo, autor del proyecto de reforma del Observatorio, ya tenían todo a punto para recibir la visita de Eduardo Punset que el sábado, después de cenar y aprovechando su estancia en Lalín, se acercó a conocer el lugar donde Ramón María Aller inició sus estudios de astronomía. Les acompañaba Damián Paío. Poco después llegaba el alcalde, José Crespo, que acompañó a sus invitados. Una comitiva a la que se sumó también el productor y presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, que desafía al frío reinante de traje y sin abrigo.

En la cúpula, a oscuras y con el ojo puesto en el telescopio, apareció Júpiter en todo su esplendor y que a esa hora se encontraba por encima de nuestras cabezas. El segundo plato de la noche ofrecido por Docobo y Campo fue la especialidad de la casa: una estrella doble, de las que Ramón Aller fue pionero en su estudio. Pares de estrellas físicamente asociadas y único método para calcular las masas estelares y que hicieron necesario mover el telescopio y la cúpula. La elegida fue Castor, de la constelación de Géminis

Punset y Cerezo quedaron encantados de la visita y se interesaron por la historia del observatorio y la cúpula que, cubierta de una nueva piel de fibra de vidrio, guarda la original de madera. Eduardo Punset cree que «en veinte años podremos ir a Júpiter» y explicó que «el tema de contraer el espacio, de arrugarlo, y atraer el espacio se puede lograr en un plazo de tiempo de unos veinte años». Señaló que «ya avanzamos mucho en movernos nosotros y desplazarnos, pero para contraer el espacio necesitábamos una energía de la que no disponíamos». Al preguntarle si no le parece muy poco veinte años, Punset respondió que «si te dijeran hace quince años que los jóvenes tendrían WhatsApp tampoco lo creería nadie».

Punset descubrió a Ramón Aller y quedó fascinado por su figura y una visita «fantástica» que le llevó a recorrer el universo desde Lalín.