La «enfermedad» del paro releva en O Corpiño al mal de la mente

P. V. LALÍN / LA VOZ

DEZA

miguel souto

Buena asistencia en la víspera del día grande de este santuario de Lalín

24 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La Virxe do Corpiño ya no baila. Hace poco más de un año, los costaleros aún le marcaban el ritmo (un meneo espectacular) de una muiñeira al son de la Banda de Vilatuxe a la puerta de la iglesia tras la procesión. Ayer, el rector del santuario, José Criado, reiteró el cambio: la virgen no baila. Y bailó la agrupación Carballeira de Cercio para la virgen la muiñeira de Bembibre como cierre. Pasa de integrarse en la romería a su papel formal de ser venerada.

Un pequeño ajuste al festejo que ayer recibió respaldo de varios miles de personas, en víspera de su día grande. Hoy en Santa Baia de Losón, en Lalín, por ser día grande y, sobretodo, por coincidir en festivo, se aguarda una avalancha. De la dimensión de cada día da muestra el cartel de oficiantes: Ayer lo hizo en la misa cantada uno de los últimos sacerdotes ordenados, el lalinense Carlos Presas. Hoy preside la celebración eucarística el Obispo de la diócesis de Lugo, Alfonso Carrasco.

Menos de 1 % de males mentales

La virgen también se reajusta a nuevos territorios marcados desde la fe y las plegarias de los romeros. La afamada virxe do Corpiño, valedora de fieles víctimas de los males de la mente y del espíritu (tolos, dice de modo directo la sociedad) es ahora valedora de otros males actuales. Lo precisa el propio José Criado: «Hoxe asiste moitísima xente por problemas de paro. É una ?enfermedade? da nosa sociedade. Tamén ben moitísima xente con problemas de cáncer e problema de familias pais-fillos, adolescentes ....» ¿Y las enfermedades mentales? «Tamén hai algo deso pero xa non é o habitual, nin moito menos, diría que é menos do 1 %, moito menos». Y pudo observase ayer lo que el relata: «Foi una procesión normal como en calquer santuario, a xente ven a pedir protección a virxe... ».

«Téñolle moita fe a esta santiña»

Y vienen de todo Galicia los romeros. Los autocares, no muchos ayer, delatan dispersión de origen: Mos, Carballo, Vilamarín... y mucha gente de Lugo. «Teño 50 anos e non veño desde os 7, con miña abuela. Tiña moitas ganas de volver, pedinlle saúde e traballo», dice Rosa de Lugo. También de la capital, Candi asegura haber venido otra vez y sus plegarias son semejantes. Otra señora lucense asegura venir para conocer el santuario: «Teño oído moito da virxe do Corpiño, e vou moi contenta». Francisco y familia (Palas -Cebreiro y Lugo) prefieren reservar su plegaria, «si é de saúde» y vienen por tradición materna. Divina, de Lalín, es una habitual. Y dice Ubalda de Friol: «Téñolle moita fe a esta santiña, xa a tiña mina nai, pídolle saúde para a xente para a familia e traballo para o fillo». Dos jóvenes ourensanas llegaron con la procesión acabada y su idea de volver por la tarde se frustró. No hay hasta mañana.

Larga procesión y, sin robos

La procesión es el centro del festejo. Un cordón humano de varias personas de ancho aguarda rodeando el santuario a que pase sobre las cabeza la virgen transportada en andas. Los romeros van tocando y pasando. Antaño ese paso registraba momentos que reflejaban con quejidos y desmayos los problemas de espíritu de algún romero.

Tampoco ayer hubo robos de carteras, quizá por no ser masiva la asistencia. Sí, fuerte presencia intimidatoria de Guarda Civil, Policía Local y Protección Civil. Sí se mantuvo todo el merchandising de exvotos, velas, imágenes, misas y donativos.