Comerciantes de la Praza da Igrexa demandan más iluminación
23 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.La muerte de una nonagenaria atropellada en Lalín puso de manifiesto los problemas de visibilidad que existen en algunas zonas de la villa por falta de iluminación. Conductores de la zona advierten del peligro que supone circular por determinadas calles de la villa de noche y, sobre todo, en días de lluvia que suelen ser frecuentes gran parte del año.
Advierten de las dificultades para ver a los peatones o incluso a los ciclistas que a veces circulan por los viales urbanos sin portar luces ni chaleco reflectante. En el caso de la vecina de Lalín atropellada a pocos pasos de su casa a la altura de un paso de peatones en la confluencia de las calles Matemático Rodríguez la Policía Local destacaba que el coche que la arrolló iba despacio.
No fue el único atropello mortal producido en las calles de la villa. En febrero del 2009 un hombre fue atropellado al cruzar en las inmediaciones del campo de fútbol, a la altura de un bar próximo.
A finales de este mismo año un vecino de 83 años perdía la vida tras ser atropellado en la rúa Areal. No fue el único producido en los últimos años en la zona. Una situación que provocó en aquel momento la movilización de los vecinos que demandaron el incremento de la señalización de los pasos de peatones en esa zona.
Los atropellos de tres niñas a finales de octubre del 2011 en un paso de peatones de la rúa Penatoares, junto a la Casa da Xuventude y el colegio Sagrado Corazón provocó también la demanda de señalización. Unas señales luminosas situadas en la rúa Areal advierten a los conductores de la cercanía de una zona de tránsito escolar.
Los conductores se quejan de que la luz de las farolas no es suficiente en algunas zonas de la villa para garantizar la visibilidad. Aunque afortunadamente muchos de los atropellos se saldan con heridas de poca consideración, a menudo se producen sucesos de este tipo a la altura de distintos pasos de peatones en diferentes zonas de la localidad.
En la mayoría de los casos estos tienen lugar de noche, sobre todo en invierno, donde a la falta de luz se suele añadir la lluvia que dificulta aún más la visibilidad, unido a la ropa oscura que solemos llevar en esta época del año.
Y mientras los conductores se quejan de la falta de luz, en la mañana de ayer los vecinos mostraban su sorpresa de nuevo al encontrarse con todas las farolas de la rúa Principal encendidas a plena luz del día.
El Concello había señalado recientemente que la presencia de calles con las farolas encendidas obedecía a los trabajos de realización de mediciones y un estudio del alumbrado público. Los vecinos se preguntan si no sería mejor tomar medidas iluminando aquellas zonas que tienen menos visibilidad.
Unas quejas a las que se añaden las de comerciantes de la Plaza da Igrexa que demandan una mayor iluminación en este céntrico enclave entendiendo que aunque es el centro neurálgico de la villa no tiene una iluminación suficiente.
análisis el contexto de un atropello mortal